La zona CUV es una región extraordinariamente erógena que está formada por el clítoris, la uretra y la vagina. Además, incluye tejidos, músculos, glándulas e, incluso, el propio útero. La novedad es que se ha descubierto que la correcta estimulación conjunta de la uretra, el clítoris y la pared vaginal, durante el transcurso de la penetración urde llegar a producir un potente orgasmo. La zona CUV ha sido descubierta por el endorinólogo y sexólogo Emmanuele A. Jannini, profesor de la Universidad de colorado y director de un importante estudio del que se han extraído, entre otras, estas conclusiones.
La investigación, a través de las más vanguardistas técnicas de diagnóstico por imagen, han sido capaces de llevar a ver las interacciones que se producen en el interior de los genitales femeninos durante la masturbación y el coito. Las conclusiones han sido, ciertamente, sorprendentes y no se han limitado al descubrimiento de la zona CUV. Por ejemplo, se ha determinado que las zonas íntimas de la mujer no son una colección de tejidas pasivos sin más, sino que se trata de estructuras muy dinámicas y sensibles. De hecho, han alertado sobre las agresivas cirugías que pueden llegar a sufrir las mujeres y que, sin ningún miramiento, terminan maltratando los nervios y músculos de una zona que puede ser tan sensible e importante a la vez.
Los descubrimientos de los investigadores que se han encargado de tan complicada investigación han alcanzado un alto nivel de sensibilización respecto al respeto que la cirugía ha de tener respecto a algunas operaciones que no tienen en cuenta que la vagina es una tejido especialmente activo, por no hablar de la indiscutible importancia que tiene para la actividad sexual. Jannini insiste en el conocimiento adecuado de la anatomía y fisiología de la zona CUV antes de que sea sometida a un procedimiento quirúrgico. Desde luego, las afirmaciones del investigador parece que cuentan con toda la lógica del mundo. Tanto es así que la comunidad médica especializada está prestando un especial interés a los resultados de este estudio. Es muy posible que, en breve, las más importantes publicaciones médicas se hagan eco de nuevas prácticas basadas en las conclusiones del estudio que nos ocupa.