Los vibradores son cada vez más utilizados para el sexo en pareja. Y es que las caricias, los besos y el deseo se transforman en excitación pero, lamentablemente, a veces sucede que aún así no somos capaces de llegar al orgasmo o, ni siquiera, a tener una erección satisfactoria. Ahí es donde los juguetes sexuales hacen su aparición. Y, dentro de ellos, el juguete sexual por excelencia: el vibrador. El vibrador se ha convertido en un referente, no sólo de los juguetes sexuales sino también en su faceta de herramienta para el tratamiento de problemas relacionados con la sexualidad.
Más de mitad de las mujeres sexualmente activas han utilizado un vibrador en alguna ocasión. Pero su utilidad no es exclusivamente de carácter lúdico. Los beneficios que aporta a la salud de quien los utiliza son muchos. Y muchas mujeres son conscientes de ello y, por eso, lo utilizan en soledad. Pero, otras muchas también lo comparten con su pareja.
El uso del vibrador proporciona a quien lo utiliza convenientemente un mayor nivel de excitación. Una n¡mayor cantidad de orgasmos y una intensidad mayor en los mismos. Además, la lubricación que, por norma general, obtienen las mujeres con su uso es mucho mayor, lo que no sólo evita el sexo doloroso sino que, además, genera todos los beneficios de la lubricación femenina para la propia salud.
El uso de un vibrador, por otro lado, hace que las personas se vuelvan más desinhibidas frente al sexo. Las posibilidades de autoexploración para las mujeres que emplean este juguete sexual son mucho mayores que las que cuentan las que no lo utilizan. Por supuesto, el recorrido del consolador no se limita a la parte vaginal, ya que puede extenderse por todas las zonas erógenas o no que deseemos. La exploración también puede ponerse en manos de un compañero o compañera de juegos sexuales y puede resulta aún más gratificante.
Las mujeres que usan el vibrador de forma frecuente suceden con mayor frecuencia al ginecólogo lo que, sin duda, es una garantía para la prevención de su salud. Parece que el hecho está justificado en que el nivel de familiarización de éstas con su cuerpo es de un mayor nivel que en aquellas.