La masturbación de nuestra pareja no debería ser un motivo de preocupación para nadie. Sin embargo, y contra toda lógica, aún hay personas que no entienden la masturbación de su pareja como algo totalmente normal y que forma parte, sin dad, de su propia sexualidad. En pleno siglo XXI, todavía existen hombres que si sorprenden a su pareja en plena masturbación llegan a pensar que tienen un problema en su relación sexual, que no le están dando la cantidad y/o calidad de sexo que su pareja necesita y una larga lista de argumentos similares, a cuál más peregrino. Lamentablemente, también hay mujeres que se sienten mal si descubren a su pareja masculina propinándose placer solitario. La masturbación de nuestra pareja, en ningún caso, debe ser algo que nos suponga un problema ya que se trata de algo natural e imprescindible para el desarrollo pleno de la sexualidad de cualquier individuo.
Es cierto que ante el mismo hecho u hombre y una mujer de los que no entienden la masturbación de nuestra pareja como algo absolutamente lógico no actuarían de igual forma. La mayoría de este tipo de hombres se sienten culpables ya que piensen que el «problema» está en ellos que no son capaces de satisfacer a sus parejas. Sin embargo, cuando esta misma situación se dan en una mujer, ésta suele llegar a pensar que su pareja es un «pervertido» y que no tienen suficiente sexo nunca. Por supuesto, ambos están equivocados.
La masturbación forma parte de la vida sexual de un individuo desde que esta comienza. Es el método que tienen el ser humano para descubrir su propio cuerpo, conocerlo y adentrarse en la aventura del sexo compartido. Resulta completamente imprescindible el descubrimiento que supone la investigación, tanto en lo que a la propia anatomía respecta, como al mundo de sensaciones que éste encierra, Éste descubrimiento no acaba nunca. Nuestro organismo evoluciona a todos los niveles, por supuesto, también en el terreno sexual. Siempre debemos estar alertas a las nuevas formas de experimentación que nuestro cuerpo nos ofrece. La masturbación, la propia y la de nuestra pareja, nos permite seguirle el paso a esta continua evolución.
La masturbación de nuestra pareja no significa nada más que todo va bien. En realidad, lo que sí resultaría altamente extraño es contar con una pareja que no realiza prácticas masturbatorias. Si se da esta situación, y no existe ningún problema físico, o de otro orden, que lo justifique, sí que podríamos encontrarnos ante un problema de índole sexual que debería ser tratado por un especialista.