La oxitocina es un excelente remedio contra la timidez. Según la RAE, tímido es alguien temeroso, medroso, encogido y corto de ánimo. Para el que no haya tenido nunca esa sensación, es algo incómodo que te hace sentir inseguro y te hace desear no estar donde estás en ese momento. Pues bien, parece que han descubierto una cura contra algo que parecía imposible de tratar como la timidez. La solución es la oxitocina.
Según un estudio publicado en la revista Psychophamarcology, la oxitocina, también conocida como hormona del embarazo, es capaz de producir un cambio que hace más fáciles las relaciones sociales y modifica la forma en que recibimos la información que nos llega del exterior. Esta hormona hace a las persona más sociables y provoca una mejora de la percepción que tenemos de nosotros mismos cuando estamos con gente.
La oxitocina es un neuropéptido que hace las funciones de neurotransmisor, también está relacionada con el sexo, por eso es conocida también como la hormona del amor. Esta hormona es objeto de gran interés entre los científicos sobre todo a lo largo de las últimas dos décadas, ya que se comprobó que causaba el aumento de líquido cefaloraquídeo en animales.
Los experimentos realizados con esta hormona concluyen que facilita considerablemente las relaciones sociales, mejora la cooperación y reafirma la confianza en uno mismo. Se sospecha que esta hormona juega un importante papel en el plano neurobiológico y se están perpetrando trabajos con sujetos con falta de apego, característica propia patologías tales como el autismo.
Todavía no se sabe muy bien por qué esta hormona influye de esta manera sobre las relaciones humanas, se baraja la hipótesis de que la oxitocina influye en la interpretación que un sujeto percibe del exterior.
Un estudio realizado con personas a las que le fue administrada oxitocina pulverizada, de forma intranasal, reveló que los sujetos a los que les había sido administrada esta hormona estaban más abiertos a nuevas experiencias y su comportamiento era más extrovertido que el de los sujetos a los que les había sido administrado un placebo. También se comprobó que la administración de esta hormona no causaba ningún efecto secundario.