Sexo en el hotel. Según un extenso estudio realizado por una prestigiosa web hotelera, de lo que más disfrutamos la mayoría de las personas cuando nos alojamos en un hotel es de aquellas cosas que tenemos a nuestro alcance a diario en nuestra casa. No preferimos ni la piscina ni el jacuzzi ni tan siquiera el bar del hotel. Cuando disfrutamos de una estancia en un hotel lo que más disfrutamos es el sexo. Parece ser que la actividad favorita de los españoles cuando llegan a un hotel es dejar rienda suelta a la imaginación en la cama. Parece simple, lo que más nos gusta de nuestro alojamiento es tener sexo en el hotel.
Cuando nos deshacemos de nuestras cargas hogareñas cotidianas nuestra mente se libera de la tensión de la rutina. Nuestras tareas habituales tales como la colada, hacer las comidas y la limpieza del hogar se quedan en casa. Así podemos dar entrada a una dimensión poco conocida para nuestra mente. Le pedimos que se ocupe de las cosas realmente importantes. Y no hay nada que resulte más importante que el placer y el disfrute de nuestro tiempo. Y el sexo, por supuesto. Por eso nos gusta tanto el sexo en el hotel.
No tener que pensar en recoger la cocina facilita sobremanera la posibilidad de disfrutar por completo de una velada romántica. Y casi siempre, una velada romántica da paso a noches seductoras y, sobre todo, a nuestra predisposición al sexo. Este extremo no hace otra cosa más que confirmar que la rutina del día a día puede llegar a acabar con el deseo sexual.
Las cadenas hoteleras, por supuesto, están al tanto de estos estudios. Conocen nuestra debilidad por practicar sexo en el hotel. Es por ello que cada vez se esmeran más en ofrecer en sus paquetes vacacionales productos que incluyen cenas románticas, sesiones de spa nocturnas y seductores desayunos afrodisíacos llenos de color con frutas y flores. A nadie le resulta extraño ya comprobar que, en muchos hoteles, hay una extensa oferta de cine porno en los canales de televisión. Muchos hoteles no se conforman con esto y han dado un paso más. Los más atrevidos, entre sus servicios llegan a ofrecer una amplia gama de juguetes eróticos, lubricantes y consoladores que se pueden adquirir con una simple llamada telefónica.