Que el sexo oral es una de las más placenteras formas de disfrutar del cuerpo humano ya no lo duda nadie. No hace tanto tiempo, era bastante frecuente que el sexo oral se considerase un tabú, pero, afortunadamente, esto ya no es así. El placer que puede llegar a proporcionar esta práctica es infinito. Tanto para el que lo realiza como para el que lo recibe. Tanto practicado a una mujer como a un hombre. La felación y el cunnilingus son prácticas sexuales absolutamente maravillosas.
A la hora de practicar sexo oral, independientemente de si enfrente tenemos un pene o una vagina, es imprescindible no precipitarse. Las prisas no ayudan en casi nada, en la práctica de sexo, menos aún. En necesario haber puesto en marcha algunos mecanismos previos para que la práctica de sexo oral sea absolutamente satisfactoria, por lo que no es recomendable meterse la polla en la boca o, en su defecto, poner la lengua en el clítoris, antes de tiempo. Con una vagina bien lubricada todo funciona mejor, todo fluye más armónicamente. Con un pene erecto y palpitante sucede lo mismo.
Otra consideración importante a la hora de practicar sexo oral es tener en cuenta que no a todo el mundo le gustan las cosas de la misma manera. A cada mujer le gusta que le estimulen el clítoris de una forma diferente. De forma más o menos directa. Con más o menos velocidad Con mayor o menor presión. Con más o menos superficie de lengua. La cantidad de variantes que nos ofrece el cunnilingus son infinitas. Lo mismo sucede con los hombres. Hay miles de formas de chupar una polla y cada uno tiene su variante preferida. Con dientes o sin dientes. Hasta el fondo o sólo la puntita. Con masaje testicular o sin él. En lo que sí coincide la inmensa mayoría es en el lugar preferido para eyacular.
En cualquier caso, tanto en el sexo oral como en cualquier otra práctica sexual, el respeto compartido y la aceptación de los límites que la otra persona establezca deben ser los aspectos más importantes y deben estar presentes en todo momento