Nuestra sexualidad tiene muchas maneras de manifestarse. Normalmente suele hacerse de forma consciente, pero también en nuestro inconsciente aparecen de vez en cuando algunos de nuestros deseos sexuales. Una de estas ocasiones es el momento en el que estamos durmiendo. Muchas veces, tenemos sueños en los que aparecemos teniendo sexo, algunas de ellas tan intensas que incluso llegamos al orgasmo y, en el caso de los hombres, a la eyaculación (polución nocturna). Pero, ¿por qué se producen estos sueños eróticos? ¿Son el reflejo de algún problema con nuestra pareja o con una vida sexual insatisfecha?
El mundo de los sueños es muy complejo y más aún con el tema de los sueños eróticos. Los estudios que se han realizado no acaban de llegar a conclusiones definitivas. Sí se sabe que son debidos a una manifestación del deseo sexual, pero pueden ser por jugueteos que no han culminado con el coito o por llevar mucho tiempo sin haber tenido sexo. En el caso de los hombres puede ser que, al llevar una larga temporada en el “dique seco”, sea un modo de expulsar el semen acumulado.
Como en otras cuestiones relacionadas con el sexo, durante mucho tiempo se pensó que los sueños eróticos eran sólo una cosa típica de los hombres, pero, ahora que las mujeres tienen menos prejuicios a la hora de hablar de su sexualidad, los estudios han revelado que el porcentaje de sueños eróticos en ambos, es similar.
Sólo un 4% de estos sueños eróticos acaba en un orgasmo y nos despertamos con la misma sensación de haber terminado una sesión de sexo. La mayoría de estos sueños son simples escenas sensuales en las que nos encontramos y que sólo nos producen una excitación sexual, una erección en el caso de ellos y lubricación vaginal en el caso de ellas.
Constantemente, nuestro cerebro se dedica a recopilar información y experiencias y, el modo en que las procesa no está muy claro, por lo que no tenemos que andar buscando mensajes subliminales en todos nuestros sueños eróticos. Tener un sueño subido de tono con otra persona que no es nuestra pareja no implica que le queramos ser infiel, del mismo modo que tener sueños eróticos con experiencias homosexuales no tiene que hacer que nos replanteemos nuestra sexualidad.
Es más común que este tipo de sueños se produzcan durante la adolescencia, ya que, es una época en la que empezamos a abrirnos y experimentar con el sexo y somos mucho más impresionables a todas esas sensaciones, pero se pueden producir durante toda la vida.