La creatividad es una de las cosas que más placer nos puede dar mientras mantenemos una relación sexual, sobre todo si es improvisada. En nuestra casa podemos encontrar un montón de objetos habituales a los que les podemos dar un uso más erótico y convertirlos en juguetes sexuales. Aunque el límite es tu imaginación, nosotros te vamos a dar algunas ideas que pueden ayudarte.
Si desde hace tiempo te ronda por la cabeza practicar bondage con tu pareja, pero te da corte ir a comprar unas cuerdas específicas para su práctica o unas esposas, puedes utilizar un cinturón grueso y atar con él, a la cama o a una silla, a tu pareja.
Otra de las cosas que más placer nos puede proporcionar mientras estamos practicando sexo, es la incertidumbre del siguiente paso que va a dar nuestra pareja. Para conseguirlo es normal el uso de antifaces eróticos que nos impiden ver lo que nos va a hacer nuestra pareja. Si no dispones de uno de estos antifaces, puedes utilizar un pañuelo, una bufanda o una corbata y de este modo darle un toque morboso y divertido al sexo.
Para mejorar las sensaciones que se producen durante el sexo oral podemos utilizar caramelos de menta. Cómete uno y cuando sientas que la boca se te llene del sabor de la menta comienza a practicarle sexo oral a tu pareja, verás cómo la combinación de calor y frío le resulta muy excitante.
También puedes utilizar un hielo para provocar sensaciones parecidas a la menta con el sexo oral y recorrer con él el cuerpo de tu pareja para conseguir que tenga sensaciones muy placenteras.
Seguramente, casi todos tenemos algún masajeador manual que nos ayuda a relajarnos y a quitarnos el estrés diario. Además de en la espalda o en las piernas, también podemos usarlo con nuestras zonas erógenas. Y así, de una forma económica, podemos tener un juguete sexual con el que podremos estimular la entrepierna, los glúteos o los genitales de nuestra pareja.
En plan más suave, si disponemos de algún objeto que tenga plumas, podemos usarlo para hacerle a nuestra pareja una sesión de excitantes y finas caricias.