Muchas personas piensan, sobre todo cuando se están iniciando en el sexo, que para que una relación sexual sea completamente placentera y perfecta ambos deben llegar juntos al orgasmo. Sin embargo, con la práctica nos vamos dando cuenta de que esto no tiene por qué ser así. Hay muchas maneras de llegar al placer y de tener relaciones sexuales muy satisfactorias sin que ambos amantes lleguen al momento del clímax juntos.
Es cualquier caso, si lo que queremos es conseguir llegar al máximo momento de placer en el mismo instante que lo hace nuestra pareja, es posible conseguirlo y para ello, te vamos a dar una serie de pautas:
Lo primero es que los dos debéis estar de acuerdo en que queréis llegar a ese momento juntos. De este modo trabajaréis con un objetivo claro y os esforzaréis en conseguirlo.
Tenéis que saber cuáles son las zonas más erógenas de cada uno para estimularlas convenientemente. Son muy importantes los estímulos en los puntos estratégicos.
Hay que mantener en todo momento el contacto visual. Los gestos, la mirada, el ritmo de la respiración nos determinarán la velocidad con la que nuestra pareja se va excitando.
La comunicación es también muy importante. Debemos hacerle saber a nuestra pareja si estamos a punto de alcanzar el orgasmo, para que en caso de que ella todavía no esté a punto, reducir el ritmo o interrumpir momentáneamente la penetración. Tened en cuenta que una mujer puede tardar en llegar al clímax hasta 10 minutos desde que se la empieza a penetrar y un hombre lo consigue entre 3 y 5 minutos después de haber empezado la penetración. Por eso es muy importante que la estimulemos correctamente en sus zonas erógenas como los senos, el cuello o el clítoris para que llegue con más rapidez al orgasmo.
Debemos experimentar con varias posturas sexuales para saber cuáles son las que más excitación nos produce a cada uno. De este modo podremos alternarlas para conseguir acelerar o retrasar le llegada al orgasmo de alguno de los dos y de este modos sincronizarnos mejor.
Conseguir orgasmos sincronizados no es una tarea imposible. Sólo necesitamos un poco de práctica y conocer las respuestas de nuestra pareja a nuestros estímulos eróticos.
