Hoy vamos a hablar de un tema que aunque sea recurrente o repetitivo, nunca deja de estar de moda: El tamaño del pene.
Hay infinidad de estudios que han medido penes de todas las maneras posibles, a todo tipo de población y en todas sus circunstancias. La mayoría de estos estudios llega generalmente a las mismas conclusiones: el tamaño medio de un pene en erección es de 15 cm. de largo y 11 cm. de circunferencia. Todo lo que esté por debajo de 8 cm. de longitud se considera micropene (problema que afecta a un 3% de la población) y todo pene que supera los 20 cm. se puede considerar un buen “paquete”(el record del pene más grande lo tiene el estadounidense Jonah Falcon, un “aparato” de 24 cm. en reposo y 34 cm. en erección).
Como ya hemos dicho antes, estos datos se publican habitualmente y no suele haber muchas variaciones, pero aún así, hay hombres que, con un pene de un tamaño normal o incluso superior a la media, se sienten acomplejados por el tamaño de su pene. Es lo que se conoce como el “síndrome del vestuario” que es una falsa percepción sobre el tamaño de nuestros genitales y que en la mayoría de los casos no está justificada. Uno de los factores que contribuye de forma muy clara a esta baja autoestima es el cine porno. Nos hemos acostumbrado a ver actores con grandes falos e inconscientemente pensamos que si no calzamos una buena tranca no vamos a poder satisfacer a una mujer. Realmente, ¿qué pensarán ellas sobre la importancia del pene?
Debemos ser conscientes de que sí, el tamaño importa, pero sólo si somos poseedores de un micropene, y que, para dar placer a una mujer, influyen muchos más factores que el tamaño de nuestro pene. En cualquier caso, este debate no acabará nunca y seguirán siendo un tema de conversación en algunos casos y de complejo en otro. Entretanto nos podemos consolar con el viejo dicho: “vale más, pequeña y juguetona que grande y torpona”.