Uno de los debates que más se producen entre los hombres es sobre el uso de slip o bóxer. Más allá de tendencias de moda, la principal característica a la hora de elegirlos es la comodidad que sentimos al usarlos.
Aunque todos lo sabemos, empezaremos explicando brevemente qué es cada uno de ellos:
– El slip es un tipo de calzoncillo ajustado, que mantiene el “paquete” en su sitio y que carece de perneras.
– El bóxer es un calzoncillo tipo pantalón corto similar al que usan los boxeadores (de ahí su nombre) y que permite que el “paquete” ande libre y sin ataduras.
Tanto slip como bóxer tienen una serie de ventajas y una serie de inconvenientes:
El slip es, actualmente, el tipo de calzoncillo más utilizado. Perdió posiciones con la aparición del bóxer a partir de los años 90, pero su uso está de nuevo en auge. Entre las ventajas del slip está, como ya hemos comentado, que mantiene los genitales en su sitio. Esto es muy ventajoso sobre todo a la hora de hacer actividades deportivas o que requieran estar mucho tiempo sentado. También se adaptan mejor al cuerpo y casi no se mueven, lo que hace que no se note su uso y que lo podamos utilizar con más variedad de ropa. Por el contrario, el tener todo tan comprimido hace que, a veces, resulte un poco agobiante y nos reste comodidad. También algunos estudios han relacionado el uso de slip con una mala calidad del esperma.
La principal ventaja del bóxer viene dada al proporcionar mayor frescura, al tener todo más ventilado. Al ser más holgados, son mucho más cómodos y se pueden utilizar para dormir, ya que prácticamente no se notan, o para andar por casa. Las desventajas empiezan porque no nos sirven para hacer actividades deportivas. Además, debido a que no se ajustan al cuerpo, si utilizamos algún tipo de pantalón fino pueden hacer arrugas. Otra de las desventajas es que, si eres de excitación fácil, tener el miembro colgando y rozando de aquí para allá, te obliga a estar recolocando todo muy a menudo y puede llegar a crearte alguna situación incómoda.