Buscar cómo aumentar el placer durante el sexo es algo muy gratificante. El cuerpo de nuestra pareja es el mejor medio para conseguir alcanzar esa meta. Para ser más consciente del cuerpo de tu pareja, tienes que aprender a relajarte. Tu pareja apreciará que le hagas saber lo que quieres y que prestes atención a sus señales, para que pueda ofrecerte la mejor experiencia posible. Dedica tiempo a conocer el cuerpo del otro. Comprended lo que os gusta y lo que no os gusta a cada uno, para que cuando tengáis relaciones sexuales os sintáis cómodos y naturales, y no sólo como una tarea u obligación.
Tómense un momento antes de empezar para relajarse juntos en la cama o en otro lugar donde haya un mínimo de distracciones (por ejemplo, no tumbados encima del cesto de la ropa sucia). De este modo, cuando llegue el momento de la penetración, ambos miembros de la pareja podrán centrarse en cómo se sienten sin preocuparse por nada más que ocurra a su alrededor, como por ejemplo, si hay sábanas limpias debajo de ellos. Durante el sexo todo es diferente.
El respeto y el afecto son factores clave para disfrutar de las relaciones sexuales. Es fundamental que te sientas a gusto con tu pareja y que confíes en ella. Si no te sientes a gusto, puede ser difícil disfrutar del sexo. Tener un orgasmo no es el único objetivo, también es importante aumentar el placer de ambos durante las relaciones sexuales.
El sexo con amor aumenta el disfrute de ambos miembros de la pareja. Es importante hablar de las preferencias sexuales sin tabúes y sin complejos. Lo más importante es que ambos miembros de la pareja se sientan cómodos y relajados durante las relaciones sexuales.
Antes de empezar, hazle saber a tu pareja hasta dónde quieres llegar y que pararás cuando te diga que quiere parar. Dígale cuáles son sus intenciones al hacer este ejercicio. Sé sincero sobre cualquier temor o preocupación. Detente si en algún momento alguno de los dos se siente incómodo con lo que está ocurriendo. El respeto hacia la otra persona, lógicamente, debe estar en el centro de cualquier tipo de relación durante el sexo.