El sexo no es sólo un acto físico, sino también emocional. Implica algo más que el mero deseo de mantener relaciones sexuales; también requiere una buena capacidad de comunicación entre los miembros de la pareja y confianza mutua. El sexo puede ser una experiencia muy íntima que acerca a dos personas. En este sentido, la actividad sexual puede definirse como un estado emocional que acompaña a las relaciones sexuales entre hombres y mujeres.
La actividad sexual es diferente para cada persona. También es importante mencionar que no solo importa la frecuencia de la actividad sexual, sino también la calidad de la mismaLa pregunta más habitual que me hacen es «¿qué edad hay que tener antes de mantener relaciones sexuales?». La respuesta es: depende de dónde vivas. En Estados Unidos, hay leyes que fijan la edad mínima de consentimiento en 18 años en los 50 estados.
La conclusión es que la actividad sexual no depende del sexo. La predisposición hacia el sexo puede ser mayor en los hombres que en las mujeres, pero también depende de una serie de circunstancias como el entorno o la relación con la pareja.
El estudio demostró que puede ser difícil determinar si un individuo ha desarrollado interés por la actividad sexual antes de llegar a la pubertad e incluso entonces no hay garantía de que continúe con este comportamiento a lo largo de su vida.
La frecuencia de la actividad sexual también se ve afectada por la relación entre los miembros de la pareja. Suele disminuir tras el matrimonio o después de tener hijos porque las personas tienen distintas prioridades en la vida. El estudio también demostró que puede ser difícil determinar si un individuo ha desarrollado un interés por el sexo antes de alcanzar la pubertad. Incluso entonces no hay garantía de que continúe con este comportamiento a lo largo de su vida. La conclusión es que la frecuencia sexual no depende del género.
La relación entre actividad sexual y edad es compleja. A mayor edad, mayor probabilidad de frecuencia sexual. Las mujeres pueden tener menos deseo sexual que los hombres, pero no necesariamente tienen menos parejas o practican menos actos sexuales.