La dopamina es un neurotransmisor que ayuda a controlar cómo nos sentimos, pensamos y actuamos. El cerebro la libera cuando hacemos algo placentero, como comer chocolate o practicar sexo. La dopamina también afecta a la capacidad de ser feliz. Cuando se experimenta placer, se produce una liberación de dopamina en el centro de recompensa del cerebro, una región que controla la adicción y la motivación para comportamientos positivos como comer o mantener relaciones sexuales. Este efecto puede durar hasta una hora después de que haya terminado un acontecimiento placentero; sin embargo, hay algunas drogas que han demostrado aumentar los niveles de dopamina en el cerebro.
La dopamina es un neurotransmisor que interviene en la respuesta del organismo al sexo. Aumenta la liberación de otras hormonas y neurotransmisores, como el estrógeno, la testosterona y el cortisol. Cuando practicas sexo con alguien a quien amas, los niveles de dopamina aumentan en todo tu cuerpo, ¡y esto puede hacerte sentir feliz!
Sin embargo, un exceso de dopamina puede causar problemas si no se equilibra con otras sustancias químicas del cerebro llamadas catecolaminas (por ejemplo, la epinefrina). Estas sustancias químicas son las responsables de activar las respuestas de excitación, como el aumento de la frecuencia cardíaca y la sudoración durante la actividad sexual. Sin embargo, no duran mucho después de que se haya producido el orgasmo, por lo que la saciedad sexual se produce rápidamente sin necesidad de estimulación adicional por parte de la pareja o de los propios compañeros.
A medida que descienden los niveles de dopamina, es posible que sienta que su deseo sexual ha disminuido. Esto se debe a que el cerebro libera una sustancia química diferente llamada serotonina después del orgasmo. La serotonina es responsable de las sensaciones de relajación y felicidad; sin embargo, también puede causar somnolencia y fatiga.
Hay muchas razones para practicar más sexo, pero la más importante es que es divertido. El sexo puede ser una forma estupenda de aliviar el estrés y mejorar el estado de ánimo. También puede reforzar la relación con la pareja y mejorar la salud física. El sexo, las hormonas y la felicidad, casi siempre vienen de la mano.
