Debido al vínculo entre las emociones y el ser sexual que somos, resolver problemas sexuales no es necesariamente un caso de condimentar las cosas. Puede ser, por supuesto, pero también puede tratarse de trabajar contigo mismo en un nivel más profundo. Y ahí es donde debemos detenernos con mayor atención.
Resulta absolutamente fundamental que seamos capaces de manejar nuestra emociones en algunos sentidos. Por ejemplo, hemos de cuidar nuestras emociones para comprender lo que estás sintiendo. Es algo que resulta primordial. Otra cosa que nos puede ayudar es comprender con profundidad y detalle qué papel juegan los sentimientos propios en nuestra sexualidad. Y, por supuesto, hemos de medir los efectos de ida y vuelta de nuestra sexualidad y nuestras emociones entre sí.
Al adoptar una visión holística de su sexualidad y comprender que las emociones controlan el sexo y que el sexo también controla sus emociones, estarás un paso más cerca de la vida sexual que desea. Son muchas las ocasiones en las que alcanzar este nivel de conocimiento no resulta algo sencillo. Sucede como en otros ámbitos de la vida.
En muchas ocasiones, el mayor recorrido para alcanzar una solución a los problemas sexuales no está en la solución en sí misma. A menudo, tardamos más tiempo en identificar el problema que en resolverlo. Cuando hablamos de la relación entre las emociones y los problemas que el sexo nos pueda suponer sucede lo mismo.
El control de las emociones, como todos sabemos, no resulta facil. Evidentemente, a mayor nivel de madurez, mayor control sobre ellas. Al menos en apariencia. Sin embargo, con el entrenamiento adecuado, resulta posible alcanzar si no un control total, sí uno parcial de la situación. Por supuesto, lo más adecuado es acudir a un profesional.
Encontrar el verdadero origen del problema que existe detrás de cada situación resulta necesario para que cualquier profesional de la sexualidad nos pueda orientar en el camino que necesitamos. Las emociones, aunque no siempre sea sencillo determinarlo, generan un buen número de problemas relacionados con la vida sexual. Es por ello que resulta tan importante llegar a dominarlas o, al menos, controlarlas de una forma relativa.