El tantra puede potenciar tu vida sexual. Tanto las parejas como los individuos disfrutarán de la confianza que el tantra trae a su vida. Comenzarás a sentirte cómodo con la intimidad y tendrás la seguridad en ti mismo para expresar lo que te gusta y lo que no te gusta en el dormitorio.
El masaje tántrico utiliza el movimiento de la energía sexual por todo el cuerpo para crear una conexión con la mente y el cuerpo. Usando técnicas de respiración, tocando y mirando a los ojos, construirás un vínculo íntimo con tu pareja. Gracias al tantra, encontrarás nuevas formas de placer y adorarás sentirte seductor y juguetón en el dormitorio.
El masaje tántrico es beneficioso para los hombres con problemas de eyaculación precoz. El tantra te ayuda a subirte a la ola de la excitación, llevándote al borde del orgasmo y de regreso. Esto mejora tu vida sexual y puedes aprender a controlar la eyaculación.
Al aprender a responder a tu energía sexual, puedes acumular gradualmente esta energía en todo el cuerpo hasta que ocurra un final feliz explosivo. Con tu nueva confianza y la capacidad de controlar tu orgasmo, durarás más tiempo en el dormitorio durante interminables horas de sexo con tu pareja.
Un masaje sensual como el masaje tántrico promueve la relajación. Además, el tantra te da la libertad sexual para experimentar nuevos placeres eróticos lo que te permite despertar tu apetito sexual. Ambos aspectos te dan el potencial para mejores orgasmos.
Las técnicas de respiración que realizas con tu pareja te darán horas de placer. El tantra no se trata de tener un rapidito, es una forma lenta de hacer el amor que se enfoca en la conexión espiritual. Sin embargo, la mayoría de las personas descubren que experimentan orgasmos mejorados con esta técnica antigua.
Afortunadamente, el masaje tántrico ofrece una forma de curar tus problemas de intimidad. Tanto tú como tu pareja podéis disfrutar de estar desnudos juntos de una manera estimulante y excitante. El placer que das y recibes trae satisfacción y aprenderás que el sexo puede llegar a ser una parte increíble de una relación.