Los piercings conllevan una serie de precauciones que deben comenzar a llevarse a caba aun antes de realizárnoslos. Especialmente sin nos los realizamos en un área inusual, como la lengua, la cabeza del pene o los pezones. Estas zonas requieren un especial cuidado. Puede haber una pequeña cantidad de sangrado durante 1 a 3 días después de una perforación, especialmente en las perforaciones masculinas. No debes participar en ningún intercambio de líquidos en el área durante 2 meses. Hasta un año, si planeas realizar una perforación profunda del tejido. De esta manera, podremos evitar infecciones y permitir que el área sane adecuadamente.
El uso de condones y protectores dentales es una necesidad durante el período de curación, que puede durar desde dos semanas hasta meses. Es importante usar condones con receptáculos más grandes. Especialmente, durante el contacto genital y el sexo oral para evitar que el área perforada se infecte y para acomodar las joyas. Al igual que con todas las perforaciones corporales, se deben evitar las piscinas y los jacuzzis durante al menos 2 a 4 semanas después de la perforación.
Mantén siempre limpia la zona. Esto es imprecindible. Incluso después de que haya cicatrizado. Para ello, habrás de usar un producto antiséptico y ser muy cuidadoso y responsable en su aplicación. Los piercings genitales deben limpiarse dos veces al día con una solución salina diluida y agua y jabón, así como después de la actividad sexual. Si notas que el área está infectada o le duele constantemente, no tengas ningún tipo de contacto sexual hasta que sane. La actividad sexual suave se puede reanudar cuando el lugar de la perforación ya no es sensible.
Hemos de tener siempre presente que la existencia de nuestro piercing es una responsabilidad. Especialmente cuando nos lo hemos realizado en alguna zona que participe de forma activa en nuestras relaciones sexuales. El riesgo de infecciones para nosotros estará siempre presente. Pero no solo eso. Por supuesto, la posibilidad de transmitir una infección a la o las personas que participen en nuestros encuentros sexuales también está ahí. Guardar normas estrictas de limpieza e higiene en las zonas afectadas, así como medidas profilácticas, es loe mejor que podemos hacer para minimizar los riesgos.