El control del orgasmo ha estado apareciendo en la cultura dominante cada vez más con más fuerza. Pero ¿qué es exactamente? Y, lo que es más importante, ¿cómo se puede usar el control del orgasmo para mejorar tu vida sexual? Trataremos, a lo largo de este pequeño recorrido por el control del orgasmo, de ofrecer algunas de las claves que den respuesta a nuestras preguntas.
Las razones para el control del orgasmo son varias: se puede usar para prolongar la duración del placer propio y ajeno, y muchos descubren que cuando finalmente tienen un orgasmo, es una sensación mucho más fuerte e intensa. También tiene un beneficio mucho más perverso. Si tú y tu pareja estáis incolucrados en juegos de BDSM. La negación del orgasmo es un aspecto extremadamente común del juego dominante sumiso. En él, el dominante llevará a su sumiso al borde del orgasmo y luego volverá a 0.
Es más fácil practicar el control del orgasmo cuando se trata del propio. No solo requiere un conocimiento íntimo de tu cuerpo y cómo responde a la estimulación, sino también una gran cantidad de control. La mayoría de nosotros nos hemos vuelto hábiles en hacernos llegar al orgasmo a través de la masturbación. Debido a esto, puede tomar algo de esfuerzo forzarte a dejar la práctica de hacer lo que se siente exactamente bien y llegar lo más rápido posible.
Muchas personas encuentran que usar técnicas de respiración profunda ayuda a relajar y centrar su mente mientras se concentra en las fases de su orgasmo a medida que se desarrolla. Puedes practicar la vocalización, lo que puede parecer una tontería, pero será muy útil cuando practiques con un compañero. Toda esta práctica contigo mismo te ayudará a descubrir cómo controlar tu orgasmo, pero también deberás ayudar a tu pareja a comprender tus señales.
Muchos hombres ya estarán algo familiarizados con el control del orgasmocomo una forma de asegurarse de que pueden complacer a sus parejas femeninas durante un período prolongado de tiempo. Pero no todo tienen que acabar ahí. Esta práctica sexual también puede abrir la puerta para algunos juegos bastante pervertidos.