Los deportes acuáticos, también conocidos como lluvias doradas, son un fetiche sexual e implican el acto de orinar sobre otra persona con el propósito de gratificación erótica y placer sexual. Están mucho más sextendidos y clasificados de lo que, en general, tendemos a pensar.
A diferencia de los reales deportes acuáticos, que son actividades deportivas que se realizan en y sobre el agua, como la navegación o el ski acuático, los deportes acuáticos como práctica sexual o en BDSM, se refieren a juegos sensuales o eróticos que involucran fluidos corporales, o más específicamente micción. Entre el 1,3 y el 10% de las personas practican deportes acuáticos y, al menos el 39%, lo ha hecho en algún momento.
El término Urolagnia tiene su origen en el griego. Procede de ouron, que significa orina, y de lagneia, que quiere decir lujuria. Beber orina se conoce como urofagia, aunque, en realidad, se refiere al consumo de orina sin importar si el contexto es sexual.
Erotismo uretral, es un término psicoanalítico para los sentimientos sexuales asociados con la micción y la apertura uretral y las fantasías derivadas de la misma.
Orinar como una forma de juego sexual no es solo una actividad humana. Algunos animales también practican deportes acuáticos, como puercoespines, hembras de kobs o los machos de mara patagónica Muchos animales rocían orina como una forma de marcar con olor.
El sexólogo británico Havelock Ellis derivó el undinismo. Se trata de otro término para los deportes acuáticos. Proviene del nombre de las ninfas acuáticas mitológicas, que observan una obsesión o un placer sexual derivado del agua, especialmente la micción y la orina. Se trata de una práctica sexual que, sin lugar a dudas, se encuentra muy extendida por todo el mundo, tanto entre parejas hetero como homosexuales.
La mayoría de las actividades fetichistas relacionadas con el uso de desechos corporales, incluida la orina, se consideran duras, tabú o juego de para iniciados. Comenzaremos, desde este punto, una serie de entradas que tratarán de profundizar en el asunto de los deportes acuáticos orientados al sexo. O, lo que es lo mismo, en el uso de la orina como elemento fundamental para la práctica sexual.