El sexo lento y profudo no es el más peacticado. La mayoría de nosotros, a menudo comenzamos nuestra actividad sexual con una penetración rápida y empujes pélvicos. El placer sexual es un viaje, una aventura, no solo un medio para alcanzar un fin. En su lugar, es una buena idea intentar una penetración lenta y profunda. Se trata de elegir la posición que sea más cómoda para los dos.
Este enfoque alinea la armonía de las energías masculinas y femeninas. Al acostarse juntos y tener relaciones sexuales suaves y fáciles, la energía se acumula y se propaga desde la región genital a través del cuerpo. Esta energía es regenerativa y refuerza el vínculo. Mantiene el estado de ánimo físico y mental al mismo tiempo.
Concéntrate en el placer a medida que aumenta gradualmente su impulso hacia una penetración rápida, pero no alcanzas el orgasmo. Retrocede y permite que la temperatura aumente. Reduce la velocidad y refréscate un poco. El sexo lento simpre triunfa.
Una de las actividades más eróticas que puede realizar una pareja ocurre en el momento de la entrada. La penetración total puede durar hasta un minuto, lo que es terriblemente largo en comparación con el típico empujón dentro de un hombre caliente. Este enfoque toma el control, pero es una excitación absoluta para la mujer, y también para el hombre cuando se da cuenta del efecto de la moderación está teniendo sobre su amante.
Una vez dentro, no aceleres. Entra y sal a cámara lenta por un tiempo. Las posiciones de misionero o de cuchara son las mejores para entrar, pero cuando se establece el ritmo para acelerar, es posible que desees considerar cambiar de posición para darle a la mujer un poco más de liderazgo.
Hay cinco posiciones básicas que funcionan para esta fase de sexo lento:
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- La posición de las tijeras es perfecta para una penetración lenta. Esta posición se presta para un buen contacto físico entre los amantes, así como para una conversación sexual, caricias y masajes continuos. Cuando la mujer está lista para la penetración, se acuesta a la derecha de su pareja. El hombre, acostado sobre su lado derecho, coloca su pierna derecha debajo de la pierna izquierda de la mujer. Su pierna derecha estará entonces entre las piernas de él, mientras que su pierna izquierda estará sobre su cadera. En esta posición de tijera, es muy fácil para el hombre introducir su pene en la vagina de la mujer, tan lentamente como esté de acuerdo, y mantenerlo allí, suave o duro, durante un período prolongado de tiempo.
- La posición del misionero puede ser emocionalmente gratificante para una penetración lenta, ya que tanto el hombre como la mujer pueden abrazarse, besarse y observar la creciente excitación de los demás. Sin embargo, esta posición puede resultar en una menor estimulación del clítoris y una falta de tensión en las mujeres.
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- Como no existe una posición natural para las relaciones sexuales humanas, la posición superior femenina es muy similar a la posición del misionero, pero con la ubicación relativa del hombre y la mujer invertida. En esta posición, la mujer debe proporcionar el movimiento, y es una buena posición para usar cuando la profundidad de penetración debe ser limitada. La mejor ventaja en la posición superior femenina es el contacto entre el clítoris y el hueso púbico masculino, pero este no es el objetivo en esta fase.
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