El ciclo menstrual suele reducirse a sus fases. La medicina occidental y moderna tiende a separar disciplinas, desligándolas, y asignando una especialidad a cada sistema del cuerpo. Por eso, a veces, cuando tenemos un dolor de brazo, no sirve de nada ir al traumatólogo, porque el dolor es solo una consecuencia, y a lo mejor nuestro mal es neurológico, o endocrino, por poner un ejemplo.
Con el ciclo menstrual ocurre algo similar. Reducimos todo el ciclo a una de sus fases, la menstruación. Y olvidamos que el cuerpo de una mujer es un todo atravesado por un sinfín de procesos e interacciones fisiológicas, psicológicas, emocionales, espirituales y sociales.
Pero, antes de nada, ¿qué es el ciclo menstrual? Médicamente diríamos que el ciclo menstrual es el resultado de la interacción entre hipotálamo, hipófisis, ovarios y útero. Representa una relación compleja entre la secreción hormonal y los eventos fisiológicos que preparan el cuerpo para una futura gestación.
En el ciclo menstrual, podemos distinguir entre el ciclo ovárico y el ciclo endometrial. El ciclo ovárico, que como el nombre indica se da a nivel de los ovarios, está dividido en dos fases: la folicular y la lútea, y el ciclo endometrial, a nivel del útero, en tres fases: la proliferativa, la secretora y la de descamación o menstruación.
La fase folicular sucede entre el día 1 y el 14, aproximadamente. Siempre teniendo en cuenta las variabilidades en cada persona. Durante esta fase, la capa interna del útero, llamada endometrio, bajo las influencias de los estrógenos, inicia la fase proliferativa aumentando su espesor.
Hacia el día 14, se produce un pico de secreción de la hormona LH. Unas 36 horas después de esto se produce la ovulación. Durante los 3 días posteriores, se inicia la formación del cuerpo lúteo, responsable de la síntesis de estrógenos y progesterona.
La fase lútea abarca el tiempo transcurrido entre la ovulación y el principio de la menstruación. Durante esta etapa, los niveles de estrógenos disminuyen y aumentan los de progesterona. Las hormonas LH y FSH reducen de manera brusca su secreción. El endometrio inicia su fase secretora en la que se espesa y madura su estroma.
En caso de no producirse la gestación, el cuerpo lúteo se atrofia a los 10-14 días, y se produce la fase de descamación o menstruación. La mucosa del endometrio se desprende y se expulsa por la vagina, junto con sangre, moco y células vaginales. La menstruación es un mecanismo de depuración. No solo contiene nutrientes, células madre, proteínas y glúcidos. También metales pesados que se deben eliminar, fruto de productos de higiene femenina y la alimentación.
No debemos olvidar que el ciclo menstrual normal constituye un indicador de la salud femenina, pues confirma la normalidad de una persona respecto a su salud sexual y reproductiva. Como defienden algunos autores, por ello debe considerarse un signo vital, casi tan importante como el pulso, la respiración o la presión arterial.