Existe un sexo de cara a la vida pública y otro de cara a la privada. Cuando se trata de sexo, la conversación que alguna vez fue muy privada se está volviendo cada vez más socialmente aceptable en el entorno público. Desde las mejores posiciones sexuales hasta cómo mejorar la experiencia en el dormitorio, la conversación con la almohada está saliendo del dormitorio y hacia el ojo público.
Si bien no todos se sienten cómodos hablando sobre el tema, hay muchos que están absolutamente intrigados por estos asuntos. Uno de los temas sexuales más comentados en la vida pública son los juguetes sexuales. Estos pequeños artilugios, disfraces y complementos divertidos para la experiencia de tu dormitorio se están volviendo tan populares que hay cada vez más tiendas dedicadas a vender este tipo de productos. También hay muchas empresas de venta directa que organizan fiestas en casa que permiten salidas nocturnas divertidas e íntimas. TAnto para ellas como para ellos.
Ya se trate de juguetes sexuales masculinos o femeninos, ningún género o sexualidad queda fuera de la diversión y los juegos si sabes qué buscar y qué hay disponible. De eso no cabe duda. De hecho, solo algunos transcienden a la vida pública.
Uno de los juguetes sexuales más populares que usan las parejas y las personas es el vibrador. Es uno de los más relevantes en las conversaciones de la cida pública. Este juguete se utiliza para estimular algunos puntos mediante vibraciones mecánicas que varían en intensidad. Los vibradores se pueden usar de diferentes maneras y vienen en muchos estilos diferentes que funcionan tanto para hombres como para mujeres.
Los más populares para las mujeres son aquellos vibradores que se utilizan para estimular el clítoris o las paredes internas de la vagina. Estas dos ubicaciones son importantes porque algunas mujeres tienen un orgasmo a través de la estimulación del clítoris, mientras que otras necesitan que les hagan cosquillas en el punto G interno. Los vibradores son un elemento básico de la línea de juguetes sexuales femeninos. Es probable que conozcas a alguien que usa uno con frecuencia, incluso si no revela este pequeño secreto.
