Ligar es una aspiración legítima de cualqueir ser humano. En cualquier circunstancia. También, por supuesto, en época de confinamiento. La pandemia mundial que nos azota ha hecho que una parte siginificativa de la población del planeta tenga que vivir confinada. Tratar de reducir el nivel del contagio de este coronavirus letal es la prioridad. Sin ninguna duda. Pero, entretanto, la vida sigue. Y el ser humano lleva en su propia condición la necesidad de ligar. En términos evolutivos podríamos hablar de selección genética para mantener y mejorar la especie.
Sin embargo, es un hecho evidente que el encierro supone un problema para conseguir ligar. Las salidas a los bares o discotecas de moda para conseguir una presa sexual con la que pasar la noche, directamente deja de ser una opción. En realidad, deja de ser una opción incluso la posibilidad de pasar la noche con alguien con quien no convivamos en nuestro encierro. Así las cosas, el mundo digital y la tecnología vienen en nuestro auxilio.
El gran número de aplicaciones para conseguir citas es conocido por todos. Sus usuarios ya entienden muy bien su funcionamiento. Es el equivalente virtual a encontrarte a una persona con quien pasar la noche en la barra de un bar. Digamos que la forma de conocer nuevas personas para compartir sexo, en este caso, sí que podemos mantenerala.
Sin embargo, la manera de consumar el encuntro la hemos de cambiar. Ligar, si entendemos como ligar al hecho de conocer a una persona, podemos hacerlo utilizando estas aplicaciones. Para consumar, habremos de utilizar algunas de las opciones telemáticas que tenemos a nuestro alcance.
De esta manera, el teléfono es una buena herramienta para mantener encuentros sexuales hablados. Las notas de voz de las diferentes aplicaciones de mensajería iinstantánea, también lo son. Para muchas personas esta opción es una buena alternativa. Otras, en cambio, precisan del contacto visual. Para ellas, quizás, las mejores opciones sean la videoconferencia o, incluso, los vídeos distribuídos a través de los diferentes canales.
En definitiva, de forma temporal, habremos de adaptar nuestra forma de ligar y de consumar nuestros ligues a las necesidades que nos impone el confinamiento.
