Dicen que el tamaño no importa, pero honestamente, creo que el tamaño de mi colección de juguetes sexuales está empezando a ser preocupante. ¡Tengo más objetos vibrantes en mi mesita de noche que en una tienda de electrónica!
Cada vez que abro el cajón de mi mesita de noche, me siento como si estuviera entrando en una tienda de juguetes sexuales. Vibradores de todos los tamaños, formas y colores se amontonan como si estuvieran compitiendo por el título de «más llamativo». Mi colección es tan grande que hasta he pensado en abrir mi propio museo erótico.
La verdad es que los juguetes sexuales han avanzado mucho en los últimos años. Ya no estamos hablando solo de los clásicos consoladores básicos; ahora tenemos un sinfín de opciones para satisfacer nuestras necesidades más íntimas. Hay vibradores con control remoto, vibradores con música, vibradores con luces intermitentes (¡sí, en serio!) e incluso vibradores con conexión Bluetooth para aquellos que quieren llevar su experiencia sexual al siguiente nivel tecnológico.
Pero a veces me pregunto si estoy exagerando un poco. ¿Realmente necesito tantos juguetes? No puedo evitar sentirme como un niño en una tienda de caramelos, solo que en mi caso, los «caramelos» son objetos que se sacuden y vibran. Tal vez debería considerar hacer una limpieza y donar algunos de mis juguetes a aquellos que podrían necesitarlos más que yo.
Aunque, debo admitir, tener una amplia variedad de juguetes sexuales puede ser divertido. Es como tener un equipo de superhéroes sexuales en mi cajón, listos para entrar en acción cuando los necesite. Solo espero no confundirme y llevar el vibrador equivocado al trabajo en lugar de mi ratón de computadora. Sería una reunión de personal muy incómoda.
En última instancia, lo más importante es que cada uno encuentre lo que funcione mejor para sí mismo. Los juguetes sexuales pueden ser una excelente manera de explorar y descubrir nuevas formas de placer. Solo asegúrate de tener un buen sistema de organización para evitar momentos embarazosos y sorpresas inoportunas.
Así que, mientras considero si realmente necesito un juguete más que se conecte a la nube, recordaré que no es el tamaño de mi colección lo que importa, sino la diversión y el placer que puedo experimentar con cada uno de ellos. Después de todo, ¿quién necesita una tienda de electrónica cuando puedes tener tu propio paraíso de juguetes sexuales en casa?