La autoestima es fundamental. Los jóvenes que reciben una buena educación sexual tienen mayores oportunidades para lograr sus objetivos personales, tales como estudiar y desarrollarse profesionalmente. Una buena información sobre el sexo ayuda a prevenir embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual como el virus del papiloma humano(VPH).
La educación sexual es una manera de aprender a vivir en una sociedad, ya que ayuda a los jóvenes a desarrollar su capacidad para relacionarse y expresarse. Es importante que sepan manejar sus impulsos sexuales y puedan satisfacer sus necesidades fisiológicas sin dañar su salud ni la de los demás.
La educación sexual forma parte del proceso natural de maduración que experimentan todos los adolescentes debido al crecimiento hormonal y el cambio en las hormonas sexuales; por lo que si no se les proporciona este tipo de información podría provocar problemas futuros en ellos mismos o en su entorno social además de perjudicarles desde muy temprana edad con respecto al uso responsable del sexo como un medio para el placer o la reproducción humana (Federación Mundial de Sexología).
La educación sexual es un tema importante para los jóvenes. Es necesario que estén bien informados sobre sus cuerpos y sus derechos para que puedan vivir con más salud, felicidad y satisfacción. Esto no solo beneficia a los adolescentes, sino también a la sociedad en general porque reducen la cantidad de embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual.
El conocimiento adecuado de los temas relacionados con la sexualidad les ayuda a tomar decisiones saludables y responsables. La educación sexual también puede ayudar a los adolescentes a desarrollar su autoestima y aumentar su comprensión de la intimidad. Esto puede contribuir a una vida sexual saludable, feliz y satisfactoria, al tiempo que contribuye a la reducción de embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Durante esta etapa de la vida, los adolescentes experimentan cambios físicos, emocionales y sociales, y la educación sexual puede ayudarles a comprender y aceptar estos cambios. Esta educación también les ayuda a comprender mejor su sexualidad y a ser conscientes de sus derechos, lo que les permite tomar decisiones saludables y responsables sobre su cuerpo y su vida sexual. Además, la educación sexual les ayuda a comprender cómo llevar una vida sexual responsable, lo que les ayuda a reducir el riesgo de embarazo no deseado y enfermedades de transmisión sexual