¿Juzgamos a los demás por su belleza? (parte 1)

Parece que juzgamos a los demás por su belleza. Al menos, eso dice la Ciencia. Un nuevo estudio sobre la percepción de los extraños ha descubierto que es más probable que juzguemos a alguien por su aspecto que por su personalidad.

La investigación fue realizada por psicólogos de la Universidad de Lyon. Ha sido publicada en la revista Psychologica Belgica. Se presentó a un grupo de personas imágenes de diferentes rostros. Se les preguntó a cuáles les gustaría conocer. A continuación, los investigadores compararon estas preferencias con las de otro grupo que no conocía la nacionalidad ni el sexo de cada persona.

Comprobaron que los participantes elegían fotos similares de ambos grupos, independientemente de si sabían algo sobre cualquiera de las personas, pero cuando se les daba información sobre su atractivo, éste influía en los juicios con más fuerza que otros factores (como la edad o el origen étnico).

Además, los hombres tienden a ser más superficiales a la hora de juzgar a las mujeres que a la inversa. Mientras que los hombres prefieren a las mujeres que se parecen a las celebridades sobre las que no lo son. Y viceversa. Las mujeres suelen preferir a los hombres que se parecen a las estrellas de cine sobre los que no lo son.

Es posible que hayas oído hablar de un psicólogo que se interesa por el juicio que hacemos de los demás. La belleza siempre está presente. Al psicólogo le interesa saber cómo juzgamos a los demás y si este juicio puede servir para tomar mejores o peores decisiones.

Juzgar no es necesariamente malo; es una parte importante de nuestra vida cotidiana. Utilizamos el juicio cada vez que comemos, hablamos con amigos y familiares, decidimos qué tipo de coche comprar o a qué universidad asistir (si necesitas ayuda para decidir qué universidad sería la mejor para ti).

El juicio también puede utilizarse para fines buenos o malos. Si alguien se cae al cruzar una calle y se hace una herida lo suficientemente grave como para necesitar atención médica de inmediato, sus acciones vienen determinadas por su elección en ese momento: ¿ha elegido bien? ¿Existía una opción mejor que la que eligió?

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