El término autocuidado se ha puesto cada vez más de moda en los últimos años. Recibimos muchos mensajes sobre lo que significa y cómo practicarlo. ¡El cuidado personal puede significar diferentes cosas para diferentes personas! Para encontrar lo que te sirve, comencemos con el origen del concepto.
La historia del autocuidado comenzó con un término médico utilizado por los médicos en la década de 1960 para referirse a las actividades prescritas para los pacientes en torno a los hábitos saludables. Muchos ahora entienden el autocuidado para abordar cómo cuidamos nuestro bienestar mental, emocional, espiritual y físico. Algunos también dicen amor propio para identificar cómo se cuidan a sí mismos.
El componente físico del autocuidado habla de la necesidad de escuchar a nuestro cuerpo. Las prácticas de autocuidado del cuerpo se refieren a la hidratación, la alimentación, el movimiento alegre y el espacio. El acceso a la privacidad y la naturaleza son algunos ejemplos de cuán importante es el espacio para nuestro bienestar físico. La práctica japonesa de los baños de naturaleza, sumergirse en un bosque, es una excelente forma de dinamizar no solo tu ser físico sino todas tus áreas de amor propio.
El ámbito emocional del autocuidado se centra en cómo compartimos nuestras emociones con los demás. El intercambio de amor es un elemento básico de la salud emocional. Involucrarse con otras personas que respetan y honran su energía emocional es una excelente manera de nutrir su autocuidado emocional.
El área mental de autocuidado se refleja en el crecimiento personal. Desafiarte a ti mismo con un proyecto creativo o tomar una clase son formas maravillosas de estimular tu autocuidado mental.
La parte espiritual del autocuidado nos pide que nos conectemos con lo que es significativo para nosotros. La atención plena, la meditación y la oración son herramientas que se pueden utilizar para ponerse en contacto con su yo superior. Rutinas como una taza de té por la mañana o por la noche con un momento determinado de tranquilidad y reflexión pueden ser una manera simple, y tal vez dulce si le gusta un poco de miel, de incorporar una práctica diaria de cuidado personal.
Es un acto radical cuidar de uno mismo. Una rebelión impulsada por el amor tiene un alcance increíble, sostenible y poderoso. Cuando el amor y el cuidado no están disponibles para usted, puede elegir cultivarlos usted mismo. Depende de usted qué cuidar en su jardín. ¿Plantas semillas de fuentes en las que confías para producir prácticas saludables de cuidado personal?