Salir de tu cabeza para disfrutar del sexo (parte 2)

Ahora que sabemos que queremos salir de nuestra cabez para disfurtar del sexo, veamos cómo hacerlo. Cómo nos sentimos acerca del sexo y cómo nos sentimos durante el sexo son el resultado de otros comportamientos. Cuanto menos priorices el placer, más difícil será para ti priorizar el sexo. Y será más fácil marcar otro elemento más. Y una vez que tengas relaciones sexuales, será difícil concentrarse en ello.Porque en el fondo de tu mente (la misma mente que sabe que haces las cosas cuando te lo dice), estarás preocupado por la ropa de gimnasia que debes preparar para los niños o la presentación que debes realizar.

Para poder salir de tu cabeza durante el sexo, es importante ser consciente de este conflicto interno entre la productividad y el placer. Y para practicar el cambio de sus tendencias productivas al placer, ¡incluso si es solo el 5% del tiempo! Es una práctica sutil en la que realmente apoyarse y dedicar algo de tiempo.

Cómo salir de tu cabeza durante el sexo se trata del esfuerzo combinado de trabajar en tu relación con el placer y conectarte con tu cuerpo. Cuando nos resulta difícil estar presentes en el momento, a menudo es porque no estamos acostumbrados a estar en nuestro cuerpo. Nos quedamos atrapados en pensamientos, preocupaciones y sí, nuestras listas de tareas pendientes. Tal vez seas un poco intelectual o perfeccionista. Sea lo que sea, tu mente es tu opción y tu cuerpo es un segundo pensamiento.

Para disfrutar realmente del sexo, querrás practicar cómo ponerte en contacto con las cosas debajo de tu cabeza:

              • Sintiendo en tu cuello y si está tenso
              • Respirar profundamente y sentir que el aire llena tu estómago, no solo tus pulmones.
              • Notar las sensaciones en tus genitales

Cuando practiques este tipo de contacto, tendrá un efecto dominó en tu vida sexual. Y estos te ayudarán a disfrutarlo, no solo a hacerlo. A veces puede sentirse inútil disfrutar del sexo si hemos estado luchando durante meses o años. Pero aquí está la cuestión: una vez que comprendes que los pequeños cambios en el día a día pueden mejorar el sexo, las cosas pueden sentirse más esperanzadoras.

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