La atracción física ha sido del tema que hemos traido a la última entrada de neustro blog. En ella, vimos el que consideramos el principal factor a tener en cuenta a la hora de sentirnos atraídos por alguien: el estado de ánimo. Hoy continaremos repasando lo complejo de la atracción física por una persona analizando el siguiente factor determinante a la hora de sentirnos atraídos físicamente por alguien.
La similitud es, sin duda, el siguiente factor en importancia. Determina cuán atraídos sexualmente nos volvemos hacia alguien. Sin duda, la similitud respecto a la otra persona resulta un elemento muy determinante. Lehmiller quiere decir que este factor juega un papel en la elección de la pareja: más a menudo elegimos una pareja que es físicamente tan atractiva como nosotros. Este es también un factor destacado si consideramos que nuestros socios suelen tener una capacidad intelectual similar a la nuestra.
Obviamente, esto no significa que todos hagan este tipo de elección. Al igual que con todas las investigaciones, esto es más o menos cierto para cada individuo, pero el patrón está ahí.
“Un aspecto interesante de que la similitud sea importante para la atracción es que esto, en sí mismo, no garantiza la felicidad en nuestra relación o la longevidad, en comparación con las parejas en las que las parejas no son tan similares”.
Lehmiller menciona los sitios de citas como un ejemplo de esto. Él dice que aunque los algoritmos de coincidencia en los sitios web populares de emparejamiento te harían creer que la similitud es igual a la felicidad, esto no está respaldado por la ciencia. Lo que parece importante al principio de una relación no permanece en el tiempo. Cómo mantener viva una relación tiene que ver con otras cosas, como crear un inventario de intimidad y compartir momentos rápidos de cercanía a lo largo del día.
La atracción física, en definitiva, depende de dos factores muy claramente presentes: el estado de ánimo y la similitud con la otra persona. Son embargo, evidentemente, no son los únicos. Un buen número de elementos, quizás con menor peso, aparecen para explicar cómo funciona lo de la atracción física por otra persona.