¿Es necesario masturbarse? Retomamos nuestra pregunta de la última entrada. Cuando te masturbas, a veces puede ser más fácil explorar más fantasías e ideas tabú. Después de todo, no necesitas explicarle a nadie lo que quieres o por qué estás interesado en una idea en particular. Simplemente puedea explorarlo sin salir a cazar por razones psicológicas profundamente arraigadas. Sin duda, un punto a favor de masturbarse.
Otro aspecto positivo de masturbarse es que te ayuda a descubrir qué es lo que te pone en marcha. Porque te desvías naturalmente hacia las cosas que realmente disfrutas cuando estás solo. No complacer a su pareja ni a nadie más: solo a ti mismo, experimentando placer. Entiendes cuáles son tus disgustos. Así como saber lo que te excita es importante, es igualmente importante entender lo que no te pone en marcha. Para tener buen sexo contigo mismo y con otra persona, saber qué es lo que te desagrada es clave.
Sin esta información crucial, puedes creer que estás luchando con un deseo sexual bajo o nulo cuando, en realidad, se pueden hacer pequeños ajustes para experimentar más deseo y más placer. Llegas a conocer tus límites.
Tener sexo en solitario es una exploración de todos nosotros. No solo te enseña cuáles son tus gustos y disgustos, sino que también es muy informativo sobre tus límites. Estos pueden ser límites relacionados con ciertas fantasías sexuales, pero también con ciertas áreas de tu cuerpo que no quieres tocar. Al masturbarse, uno puede explorar estos límites en un ambiente seguro, libre del miedo al juicio de los demás.
De esta manera, puedes probar cosas y reaccionar a lo que te dicen tu cuerpo y tu mente, en lugar de pensar en tu pareja y cómo se sentiría al respecto. Una vez que comprendas tus límites, podrás comunicarlos más fácilmente durante el sexo en pareja.
La masturbación puede:
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- Disminuir el estrés a través de la liberación de hormonas para sentirse bien (este también es uno de los principales beneficios emocionales del sexo en general).
- Hacernos sentir más felices en general.
- Ayudarnos a sentirnos empoderados en nuestra sexualidad y, por lo tanto, en nosotros mismos como un todo.
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