Todos creemos saber lo que es y lo que no es el sexo. Sin embargo, a veces no está tan claro que así sea. El propósito y el significado del sexo nos ha intrigado y desconcertado a lo largo de los siglos. Varias sociedades han luchado o afrontado el poder del sexo de innumerables maneras.Lo que no es y lo que no es el sexo se ha ido definiendo a lo largo de la Historia.
Las culturas del lejano Oriente consideraban el sexo como un ritual místico para lograr la unión con la divinidad. Por otro lado, el declive del Imperio Romano estuvo precedido por la degradación sexual y la desmoralización: una disociación completa de la espiritualidad. Algunas tradiciones británicas y estadounidenses del Medio Oriente y victorianas han ocultado el sexo en el armario y debajo de incontables yardas de ropa innecesaria. Muchas costumbres africanas antiguas percibían el sexo como un rito de paso a la edad adulta, un ritual de apareamiento. Algunas sociedades le dan la vuelta, algunas lo ven como un problema y se lo pasan a la siguiente generación para que lo enfrente, y unos pocos se deleitan con su gloria y éxtasis.
El sexo es un regalo precioso para alguien que es digno de recibirlo. Nuestros dones sexuales son tan valiosos como cualquier otra parte de nosotros mismos que apreciamos. Seleccionar la pareja sexual adecuada para dar y recibir de la pareja adecuada es una decisión tan importante como elegir cualquier cosa a la que le des un gran valor. El sexo tiene muchas cualidades hermosas que estamos empezando a apreciar.
En esta era de ingredientes naturales, el sexo es un alto natural, quizás incluso el mejor de los estímulos de la naturaleza. Puede energizarnos y hacernos sentir más creativos después. El sexo es una maravillosa forma de autoexpresión, infinitamente artística. No solemos pensar
sobre esto, pero el sexo es una afirmación de confianza en uno mismo y amor propio.
Y el sexo puede curar. El sexo puede renovar la energía, no agotarla. Puede liberarnos de heridas emocionales que han sido enterradas profundamente en los tejidos de nuestro cuerpo.
El sexo tiene tantas formas de expresión. Es hermoso y erótico. También es amable y asertivo. Es relajante y energizante. Pero, sobre todo, es una conexión única con toda la vida: es espiritual, mental, emocional, física. El sexo es verdaderamente un placer divino.