Preguntas sobre la adicción al sexo (2)

La adicción al sexo es una situación que se da con una frecuencia mayor de la que solemos tener infomación. El desconocimiento general sobre este problema es grande. Nuestra última entrada daba la salida de una serie de entradas dedicadas a las preguntas que nos podemos hacer en relación a nuestra posible adicción al sexo. Hoy continuamos haciéndonos preguntas y tratando de dar respuestas.

Sin duda, otra de las preguntas más habituales cuando se reconoce una adicción al sexo es: ¿Curarme significa que renuncio al sexo? No. A diferencia de las dependencias químicas relacionadas con el alcohol o las drogas, el sexo se reconoce como un aspecto saludable de la vida. El tratamiento para la este problema, si bien implica un período de abstinencia, busca controlar la actividad sexual perjudicial y no deseada hasta donde ya no cause daño. Puede llevar a dejar de ver pornografía y otros comportamientos «básicos» o incluso actividades ilegales. El objetivo es detener los comportamientos dañinos, pero ciertamente no renunciar al sexo.

Otra pregunta sobre la adicción al sexo: ¿Es real o simplemente es algo que la gente usa para excusar un comportamiento? A decir verdad, hay algunos expertos que no sienten que la adicción al sexo sea real y dicen que es más un producto de normas y costumbres sociales en conflicto. Otros dicen que la adicción al sexo existe pero no sienten que se ajuste a la definición de adicción de la misma manera que lo hace la adicción al alcohol o las drogas.

Para un adicto al sexo que busca tratamiento, puede ser un punto discutible. Para recibir tratamiento, primero uno tiene que reconocer que tiene un problema y dejar de intentar usar su propia fuerza de voluntad para controlarlo. Muchas personas han buscado tratamiento para la este problema y han informado de resultados. Gran parte de las críticas sobre su validez se han dirigido a celebridades envueltas en escándalos sexuales públicos y no son análogas a la persona promedio que no vive en el ojo público. La adicción al sexo es real y alguien que lucha con comportamientos sexuales no deseados ciertamente puede dar fe de ello.

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