Cuando aparecieron los sex shop, muchas personas, espeialmente mujeres, no tuvieron una experiencia muy agradable. Con un vendedor observando cada uno de sus movimientos. No se sentía privacidad alguna. Como se suponía que era algo divertido y emocionante para hacer con tu pareja, muchas personas se animaban. Sin embargo, en muchos casos, la experiencia no fue en absoluto tan excitante como se esperaba.
Cuando apareció el sex shop online, todo cambió. El simple hecho de que una pareja se pudiera sentar frente a la pantalla un ordenador y mirar todo lo que estaba disponible fue definitivamente más agradable. Simplemente fantasear con usar esto o aquello, o compartir cómo se usaría este juguete sexual el uno con el otro, en total privacidad, lo cambió todo.
Una cosa que también cambió con la aparición del sex shop online fue la reducción de los precios. Tanto de los establecimientos físicos como de los que operaban exclusivamente por Internet. Es como si la mayor competencia hubises obligado a todos a reducir el margen en favor del comprador.
SIn embargo, no fue la única cuestión que cambió en las tiendas físicas gracias a la oferta online. Esa frialdad de la que hablábamos al principio de las tiendas físicas, también comenzó a cambiar de un modo progresivo.
Así, las personas que atendían las tiendas físicas fueron completando su formación llegando a convertirse en auténticos profesionales. Para ello, por un lado, mejoraron increíblemente la forma de tratar a los clientes, así como a respetar su privacidad. Por otro lado, se convirtieron en verdaderos expertos en las características y prestaciones de los artículos que vendían. Convirtiéndose así en los mejores asesores personales respecto a las necesidades de cada cual.
Este proceso de cambio ha llegado hasta la actualidad. Sin duda, estamos en el mejor momento de la Historia para los sex shop. Tanto para los que cuentan con tienda física en la calle como para aquellos que realizan su oferta exclusivamente por la red de redes. La demanda y cultura al respeto es la más grande que nuestra sociedad haya tenido nunca. De manera que la oferta se ha convertido en extensa y variada.