Practicar un trío satisfactorio es algo que suena realmente bien. Sin embargo, no siempre es sencillo. ¿Qué se te ocurre cuando escuchas la palabra trío? ¿Alguna vez has tenido el placer de tener uno o está en tu lista de fantasías que aún no se han hecho realidad? Aunque la pornografía ha ayudado a hacer que los tríos parezcan realmente fáciles de organizar y siempre súper sexys, la realidad a menudo puede estar muy alejada de la fantasía. No siempre es algo satisfactorio.
Aunque los tríos definitivamente pueden ser una grata experiencia, también pueden ser un trabajo duro. La realidad es a menudo muy diferente a cómo te imaginas en este tipo de fantasía. No siempre un trío resulta satisfactorio. Durante la fantasía, el escenario está diseñado exclusivamente para tu disfrute.
Hay otras personas haciéndo cosas para ti. Puede ser difícil cuando te das cuenta de que, en realidad, tener a otras dos personas en la habitación significa que hay otras dos personas para coordinar sin parecer un sargento. Otras dos personas con las que empatizar y tratar de asegurarte de que se diviertan tanto como tú.
Solemos imaginarnos un trío como una experiencia coordinada donde todo el mundo sabe qué debe hacer en cada momento. Todos saben dónde colocarse. Saben cómo actuar. Y saben cómo han de comportarse. Sin embargo, eso no suele ser así.
En la mayoría de las ocasiones, cualquier iniciativa de una de las personas participantes, afecta al resto. Especialmente a su comodidad. Muchas veces, los movimientos de uno hacen que los demás deban adaptar posturas complejas e incómodas. Este tipo de movimiento no resulta, en absoluto, satisfactorio.
Hemos de tener en cuenta que cada uno de los participantes en el trío tiene en la cabeza su idea. Casi siempre, muy diferente a la del resto. Afortunadamente, no existe un manual sobre cómo comportarse en este tipo de encunetros sexuales. Por eso resulta realmente complicaddo que la coordinación surja de manera expontánea.
Sin embargo, la empatía y la paciencia nos pueden ayudar a la hora de enceontrar una situación de confort para todos los participantes en la experiencia sexual.