Motivos para masturbarse siempre hay. Al menos así lo pensamos desde esta humilde redacción. No es demasiado relevante, para este menester, las circunstancias que nos rodeen. Sin embargo, en la situación actual, puede que tengamos aún más razones para practicar el onanismo. Estamos atravesando un momento complicado. Pasar una pandemia a nivel mundial cuando nadie pensaba que esto pudiera suceder no es algo baladí, desde luego. Y, en este caso, las circunstancias no solo no han restado posibilidades sino que nos han aportado aún más motivos para la proceder a la masturbación.. Vamos a enunerar algunos de ellos.
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- Porque sí. Sin duda el mejor motivo de todos.
- Porque puedo y porque quiero.
- Porque, en las actuales circunstancias, no tengo otra cosa que hacer.
- Porque qué le vamos a hacer, me aburro.
- Porque tengo insomnio permanete.
- Porque de alguna manera tendré que calmar la ansiedad.
- Porque es lunes.
- Porque es martes
- Porque es miércoles
- Porque es jueves
- POrque es viernes
- Porque es sábado
- Porque es domingo
- Porque vuelve a ser lunes… Os hacéis una idea, ¿no?
- Porque estoy más triste de lo habitual.
- Porque estoy más contento de lo habitual.
- Para muscular algunas zonas de mi cuerpo y que no se atrofien
- Porque estoy pasando la cuarentena en soledad.
- Porque estoy pasando la cuarentena en una compañía inadecuada.
- Porque estoy pasando la cuarentena en una compañía adecuada pero no para el sexo.
Estos son solo algunas de los motivos que podríamos tener para acudir a la masturbación durante esta cuarentena. Como véis, podemos tirar de casi cualquier tipo de situación para que la mastrubación resultar ser una decisión acertada. Resulta más que probable que, además de esta lista, cada cual pueda hacer la suya propia.
De hecho, cada uno deberíamos ocupar un rato cada día a darnos algunos motivos para masturbarnos. Sin duda, potenciaría nuestra creatividad y nos alejaría un ratito cada día de los problemas relacionados con esta espantosa pandemia mundial que tiene confinada a una inmensa parte de la población del planeta. Son malos tiempos para la lírica, como decía aquel, pero no tienen por qué serlos para disfrutar en soledad de nuestro cuerpo.