Caminamos hacia la nueva normalidad. Ahora mismo, practicamente la mitad de nuestro amado país están en la fase 2 de la desescalada. La otra mitad están en la fase 1. Todos hemos hecho esfuerzoas que han supuesto significativos avances para estar más cerca de controlar la pandemia mundial que nos ataca. Ni las mejores películas de ciencia ficción hubiesen previsto una situación como la que estamos viviendo. El caso es que, hasta que el ejército de científicos que trabaja para defendernos encuentren la forma de protegernos frente a este despreciable virus, en España hemos sido capaces de hacer descender el nivel de contagios de una forma enorme. Gracias a ese esfuerzo colectivo caminamos hacia la nueva normalidad.
No nos engañemos. El peligro no ha pasado. Ni mucho menos. Un buen número de personas siguen muriendo diariamente a causa de la COVID-19. Un número aún mayor se sigue infectando a diario. Hemos heco increíbles avances, pero no hemos acabado esta batalla. Ni mucho menos. Hemos de serguir siendo cautelosos, sobre todo en lo que tiene que ver con la relación con las personas. Precisamente, la parte más sensible del ser humano. En cualquier caso, lo que sí es evidente es que estamos mucho más cerca de la nueva normalidad.
Desde que comenzó esta pesadilla, hemos tratado de utilizar este espacio para aportar nuestra particular visión sobre la forma en que el coronavirus estaba afectando a nuestras vidas. Por supuesto, como siempre, una visión muy particular y con todos los sesgos habituales. Ni podemos ni queremos ser una fuente de información científica. Para eso tenemos un buen número de autoridades en salud pública. Sin embargo, sí que hemos querido aportar contenidos relacionados con la preocupación de nuestros lectores en este camino hacia la nueva normalidad.
Ahora, casi dos meses y medio después del comienzo de la alarma sanitaria que nos ha tenido confinados, y con toda España aliviada de las medidas de reclusión estricta, ha llegado el momento de asumir nuestra nueva normalidad. Salvo excepciones que consideremos necesarias, dejaremos de hablar del tema que nos ha ocupado en las últimas semanas y, de esta manera, haremos nuestra contribución para que llegue, cuanto antes, la nueva normalidad. Gracias, amigos.