El pene de Rasputín es leyenda. Y es que algunos penes pasan a la Historia, como en este caso sucede. Y no precisamente porque triunfen los fines de semana en la discoteca, sino porque en torno a ellos se levantan auténticas leyendas. Algunas, recordadas durante siglos. Sin duda, el pene de Rasputín es uno de esos falos que se han ganada su propio capítulo en la Historia.
Rsputín era un aristócrata en los años anteriores a la Revolución rusa. Aún en la época de los zares, concretamente en la dinastía Romanov. Su altura era realmente destacable. Alcanzaba casi los 2 metros. Su apariencia, además, se veía completada con una baraba de formidables dimensiones. Gracias a sus pretensiones de sanador, místico y mago, logró tener tratos con la propia familia Romanov.
Con su fama de sanador místico ya forjada se convirtió en un auténtico mujeriego. Una gran parte de las alcobas de altas clases sociales de la Petrogrado de la época fueron frecuentadas por el pene de Rasputín. Se forjó, de tal manera, una gran fama relacionada con todo tiop de ritos sexuales, orgías y bacanales.
Parece que su magnetismo hacia las mujeres venía, además, acompañado por una gran capacidad de persuasión. Además de por un pene de proporciones descomunales. Se dice que llegaba a alcanzar los 40 centímetros de largo, además de contar con un ancho similar al de la muñeca de una mano. Sea como fuere, el caso es que ese pene se convirtió en leyenda.
Cuando Rasputín fue asesinado. empezaron a circular determinadas leyendas sobre el paradero de su pene. Incluso hoy en día existen razonables dudas sobre si está expuesto en el Museo erótico de San Petesburgo. Sin embargo, antes de llegar a la que se supone su ubicación actual, ya en pleno siglo XXI, el pene de Rasputín hubo de pasar por un gran número de aventuras y desventuras.
Se cuenta, y es una de las leyendas más extendidas, que, tras acabar con la vida de Rasputín, la mujer encargada de limpiar el cadáver le cortó la verga y para conservar aquel enorme recuerdo. Otro de los muchos rumores sin confirmar que circulan es que una antigua amante se lo cortó para intentar sacarle algún tipo de partido. El caso es que hasta el año 1920 no se volvió a saber nada de aquel miembro viril, cuando reapareció en una secta que aseguró utilizar ritos sexuales y de fertilidad en torno a él.