El fetichismo de pies es un claro ejemplo de que la sexualidad no conoce ningún límite. Una vez cumplidos los estrictos requisitos de la legalidad, la moralidad y el consenso social, la multitud de vías que se abren son infinitas. Sin duda, los genitales no son la única fuente de placer que tiene el ser humano. El fetichismo de pies es una de las afinidades sexuales que se dan a nuestro alrededor.
Al fetichismo de pies también se le conoce como podofilia. En esta afinidad sexual, esta parte del cuerpo pasa a ser el objeto de deseo principal. El nivel de excitación puede aparecer tanto si llega por la vista como si lo hace por otro sentido como puede ser el tacto o, incluso, el gusto. La atracción de que genera no tiene ningún límite.
La podofilia es, sin duda, una disciplina sexual que cuenta con un buen número de seguidores, tanto a nivel nacional como internacional. Basta con echar un vistado a los diferentes contenidos pornográficos que se ofertan en Internet sobre esta disciplina para comprobar las pasiones que desata. El fetichismo de pies es una de las categorías más demandada en los portales que ofrecen este tipo de vídeo.s
Pero no todo acaba ahí. La presencia del fetichismo de pies en las redes sociales también es amplia. De hecho, algunas de las más destacadas se han convertido en un lugar de encuentro descatado para las personas que disfrutan con esta actividad sexual. Tanto es así que existen auténticas comunidades en las diferentes redes sociales en las que el principal tema de conexión es este.
Lógicamente, en una sociedad capitalista como la que nos movemos, si existe demanda de este tipo de contenidos, casi inmediatamente, se produce una oferta de los mismos. Así, un buen número de actrices y actores pornográficos así como de trabajadores y trabajadoras sexuales tienen el fetichismo de pies como su mayor especialidad.
Las reglas del juego en el fetichismo de pies son bastante básicas. Se fundamentan, principalmente, en observar, tocar o lamer pies, tobillos y calzado. Como en cualquier otra actividad, lo único importante es que ambas partes se pongan de acuerdo en dónde están los límites.