¿Cómo será el sexo en el futuro? ¿Habrá cambios significativos en nuestra forma de mantener relaciones sexuales? ¿Lo haremos de forma diferente o, directamente, dejaremos de hacerlo? Estas y muchas otra preguntas nos las solemos hacer de un tiempo a esta parte. Que este virus nos pone en alerta sobre qué puede pasar en un futuro es un hecho. Deberemos aprender de esta situación para hacer que nuestra forma de relacionarnos en materia sexual no suponga un riesgo ni para nosotros ni para el resto del mundo. Entonces, ¿cómo será el sexo en el futuro?
Está claro que este maldito virus está cambiado absolutamente todo. Nuestro día a día ha sido muy diferente durante el confinamiento, lógicamente. Lo será durante as diferentes fases de la desescalada, por supuesto. Pero, cuando todo eso quede atrás, también nos enfrentaremos a un mundo diferente y nuestra forma de relacionarnos con él, también será diferente. Estaremos ante un nuevo escenario que, por supuesto, también tendrá consecuencias en nuestra forma de mantener relaciones sexuales con otras personas.
La desescalada en nuestro país, ya es un hecho. En algunos lugares, ya han abandonado el confinamiento estricto y, en otros, están trabajando para que así sea. La nueva normalidad está ahí fuera, esperándonos. Las autoridades sanitarias nos dan múltiples recomendaciones para que aprendamos a relacionarnos con este nuevo entorno. Pero, en materia sexual, no sabemos muy bien qué es lo que nos espera. ¿Cómo será el sexo en el futuro?
Sin duda, el futuro nos traerá una forma diferente de practicar sexo. A día de hoy es muy dificil hacer una predicción de qué es lo que conllevará este cambio. Parece probable que dada la necesidad de mantener distanciamiento social, este llegue también al sexo. Por otro lado, las nuevas tecnologías son cada vez más avanzadas.
Parece lógico pensar que las limitaciones que produzca la situación descrita sean paliadas, de alguna manera, por la ayuda teconológica. Sin embargo, solo es una sospecha. El tiempo dirá. La única certeza es que el futuro, ahora mismo, es incierto. Hemos de vivir el presente para, poco a poco, encontrar la manera de vivir el sexo del futuro.