Que la pandemia nos ha traido nuevas pautas sexuales es algo innegable. Las rutinas que han variado en nuestras vidas son innumerables. Por supuesto, las relacionadas con el sexo también. Y es que una situación excepcional como esta no podrían más que traer consecuencias también excepcionales. Quien más quien menos ha adaptado su realidad sexual a la situación que nos está tocando vivir. Es inevitable que todos hayamos adoptado nuevas pautas sexuales en estos tiempos.
En realidad, practicar sexo puede ser considerado, al menos en principio, una buena manera para soportar el temido confinamiento. El orgasmo puede ser una perfecta terapia para combatir algunos de los males que conlleva el confinamiento. Sin embargo, alcanzarlo no es tan sencillo como lo era antes de todo esto. Sin duda, ahora debemos buscar nuevas pautas sexuales para alcanzar los mismos objetivos.
En algunos casos, aun en las situaciones en las que no debería ser un problema mantener encuentros sexuales, hay gente que prefiere la asepsia al sexo. La abstinencia es, sin duda, una opción. Pero no es la única. Siempre hay que tener en cuenta que las diferentes circunstancias que nos rodean son las que deben determinar nuestra decisión. Siempre que haya un riesgo para el contagio, hay que prescindir del encuentro sexual. No hay alternativa en este caso.
La masturbación es, sin duda, la vía de escape más aséptica que tenemos a mano. y nunca mejor dicho. Es evidente que, si guardamos las normas de higiene, es imposible que podamos contagiar el virus y ser contagiados con él si utilizamos este método. La tecnología nos puede ayudar para adaptarnos a nuestras nuevas pautas sexuales.
No debemos olvidar que el virus se contagia con la saliva. No tiene por qué hacerlo por medio de otros fluidos. Debemos ser muy estrictos en este aspecto. En caso de no estar contagiados por el virus, hecho que solo se puede confirmar a través de la realización de los tests diseñados para ello, no entraña ningún riesgo el contacto sexual. Siempre que nuestra pareja esté en la misma situación. Ante la duda, a pesar de no tener síntomas, hemos de ser todo lo prudente que podamos.