La estimulación anal masculina es una práctica sexual que, a estas alturas, todavía supone un prejuicio para muchas personas. Y es una pena. Porque resulta un caso evidente de lo que un complejo puede hacer que una persona se pierda. Sin embargo, en torno a este tipo de práctica existen un buen número de condicionantes sociales que hace que no se disfrute de ella como se podría hacer. La estimulación anal masculina, por lo tanto, resulta una gran desconocida para un buen número de varones.
Todos sabemos que para las mujeres, la estimulación anal resulta cada vez más habitual. De hecho se trata de una práctica sexual que está íntimamente relacionado con la liberación de sus propuso cuerpos. Y todo ello pese a que, desde algunos sextores interesados, también se haya tratado de ligar con la sumisión absoluta al placer masculino. Sin embargo, estamos ante un tipo de práctica sexual que, en las mujeres, se disfruta sin complejos.
Sin embargo, en el caso de los hombres la cosa es más dificil. A estas alturas de la película, todavía hay personas que relacionan la estimulación anal masculina con la homosexualidad. Por supuesto que se trata de una práctica sexual que puede llevarse a cabo entre personas del mismo sexo. Faltaría más. Pero, en absoluto es privativo de ellas. Este tipo de estimulación puede utilizarse desde cualquier tendencia sexual sin miedo a que esta práctica la modifique.
De hecho, el miedo que suele haber en este sentido es bastante curioso. En realidad, los hombres que tienen miedo a esta práctica no es a que no les guste. Ni siquiera tienen miedo a que les pueda provocar algún daño o molestia. Muy al contrario, el miedo que suselen tener los hombres a practicar cualquier tipo de actividad sexual reslacionado con la puerta de atrás es a que sí les guste. Entienden que, de ser así, peigraría su integridad sexual masculina.
Por supuesto, en ningún modo es así. La heterosexualidad, homosexualidad o bisexualidad de una persona no depende de que la estiulación anal le resulte placentera o no si no de otras consideraciones claramente definidas. En realidad, solo tiene que ver con el hecho de que se sienta atraído sexualmen por hombres, mujeres o por ambos. No de los caminos que se recorra para estimularse.