La inteligencia sexual es un asunto que ya hemos tratado en entradas anteriores de este blog. Sin embargo, puede que no hayamos profundizado lo suficiente en este concepto. Es por ello que vamos a incidir en algunos aspectos que han de tenerse claros para entender la inteligencia sexual en todo su contexto. Así que, vamos a ello.
Lo primero que hemos de tener bien claro para entender de qué estamos hablando cuando lo hacemos de inteligencia sexual es la diferencia entre loñ que llamamos amor y el hecho de enamorarse. Parecen cuestiones muy similares pero, sin embargo, cuentan con un buen número de factores diferenciadores.
Lo que llamamos enamoramiento, la acción de enamorarse de otra persona, es apenas una fase de algunas relaciones. A lo largo de ella, llegamos a sentirn que la persona en cuestión es el amor de nuestra vida. La atracción se hace cada vez más y más intensa hasta llegar a ese punto. Se trata, sin duda, de una de las fases más hermosas que las relaciones personales puedan tener. Sin embargo, como casi todos sabemos a estas alturas, no dura para siempre.
Probablemente, ahí es donde venga el problema para la mayoría de las personas. En que está destinado a tener un final. Muchas personas no son capaces de gestionar esta etapa final. Este es un claro ejemplo de las diferencias entre el proceso de enamoramiento y el amor en sí mismo. Puede que, en esta fase final, aún se conserve el amor, pero el proceso de enamoramiento haya tocado a su fin.
Otro de los aspectos importantes relacionados con la inteligencia sexual es el que tienen que ver con la atracción sexual hacia la pareja. Especialmente si se trata de una relación de larga duración. Por supuesto, la comparación es significativamente desigual si se realiza con la experimentada durante la fase de enamoramiento.
En definitiva, la inteligencia sexual es la que nos permite ser capaces de realizar una interpretación de estas diferentes fases del deseo sexual para poder manejarlas de la manera más adecuada. En cualquier caso, aunque lo lógico es que disminya el deseo sexual en una pareja según transcurren los años, también es importante saber que podemos trabajar para hacerlo crecer.