A veces, se siente una necesidad adicional de abrazos y afecto. A todos nos pasa. Nunca sabemos a qué se debe exactamente. El caso es que todos nos hemos encontrado necesitando más afecto de lo habitual para evitar ser un desastre emocional completo. El afecto extra es una necesidad que, de una forma periódica, todos hemos precisado alguna vez.
Comunicar emoción y necesitar afecto no siempre es facil. Especialmente si siempre se ha encontrado que el afecto físico es un proceso difícil. Tomarse el tiempo para confiar en alguien lo suficiente y superar viejos problemas no fue resulta fácil. Cuando esto sucede es común querer recuperar todo el afecto que no se ha senrido.
Desafortunadamente, en algunos casos el afecto solo proviene de una fuente. El sexo. A veces, el afecto de los padres es inexistente y cuando se han experimentado amistades platónicas, siempre ha habido una progresión hacia algo más. O un deseo de al menos de un lado u otro. Sin duda, muchas personas se identificarán con esta situación.
Se trata solo una expresión de sentimientos internos y sí, como no puede ser de otra manera, es normal que en esta situación haya algo de confusión. Normalemnte, cuando se pasa por esta situación, para llegar a confiar en las personas lo suficiente como para ser cariñoso con ellos, por alguna razón, el subconsciente empuja a las personas a los límites de la cordura como una especie de programa de prueba tortuoso y riguroso.
Estas personas necesitan saber a quién le dan su cariño. Suelen estar dispuestas a entregarse en el peor momento, para poder pasar por ese proceso sintiéndose seguros. Es algo que sucede con mayor frecuencia de la que podemos pensar.
Hay algo especial en poder desnudarse tanto física como metafóricamente al final del día y treparse con los que amas, sentirte a gusto con ellos y, por lo tanto, contigo mismo. Algo calmante y especial. Sentir que todo está bien es un momento mágico. El contacto carne con carne es muy importante, es por eso que no se lo entregamos a todos. Solo a aquellos a los que hacemos un hueco en nuestro corazón.