Los investigadores han descubierto que no hay un acuerdo universal en lo que se refiere a términos como «sexo», «abstinencia» y «infidelidad.» Por ejemplo, algunas personas definen el «sexo» estrictamente como el coito entre el pene y la vagina. Otras tienen definiciones más amplias que incluyen la estimulación oral y anal. Del mismo modo, algunos especifican que uno o ambos compañeros deben alcanzar el orgasmo para que una actividad cuente como sexo. Otros no lo hacen.
Dada la importancia de las definiciones relacionados con el sexo de las personas, parece razonable pensar que las definiciones de masturbación también pueden variar mucho. Un nuevo estudio publicado en el Journal of Sex Research revela que este es realmente el caso.
En este estudio, 568 adultos de 18 a 74 años realizaron una encuesta online en la que se les proporcionó una lista de comportamientos y se les pidió que indicaran si dirían que se habían masturbado. Se les preguntó acerca de nueve actividades distintas, pero cada una se presentó de cuatro maneras, dependiendo de si se produjo un orgasmo y si un compañero estaba presente.
Lo que encontraron fue que no había un 100% de acuerdo en que cualquier comportamiento dado fuera o no fuera una masturbación. Sin embargo, hubo un acuerdo generalizado de que ciertos comportamientos contaban. Especialmente aquellos que ocurrieron solos y cuando el participante llegó al orgasmo.