El sexo, cuando se es soltero, tiene unas carcaterísticas propias. No tienen nada que ver con las relaciones sexuales que se tienen en otras circunstancias. Probablemente, la inestabilidad en cuanto a las relaciones sexuales es la característica más destacada. Normalmente, se atraviesan etapas en las que el número de encuntros sexuales se dispara y otras en las que se estancan. Definitivamente, el sexo, cuando se es soltero tieenn su propias reglas.
Es evidente que unca cosa es estar soltero y otra las relaciones sexuales. Por supuesto que una cosa no va ligada a la otra. ni mucho menos. De hecho, es posible que la forma en la que vivimos nuestra sexualidad cuando no tenemos
pareja resulta bastante relevante sobre quienens somos. Es más, puede que sea una de las cuestiones que más nos ayude a conocernos a nosotros mismos.
Los ámbitos que engloba la sexualidad son infinitos. Todos ellos se pueden vivir desde situaciones de pareja, por supuesto. Pero también se pueden vivir desde una situación de soltería. Cuando alguien, en un momento puntual de su vida es soltero simplemente tienen otra forma diferente de vivir su propia sexualidad. No más ni menos.
La sexualidad es una cuestión inherente al ser humano. Somos seres sexuales desde nuestro nacimiento. Eso es así. Sin embargo, resulta muy interesante que no lleguemos a confundir nuestra sexualidad con la genitalidad. Esta confusión es común y genera determinados problemas. No se debe caer en ella.
Son varios los factores que intervienen en el comportamiento sexual de cualquier persona. Desde aspectos biológicos hasta psicológicos pasando por aspectos sociológicos. Todos ellos interactúan de forma simultánea y determinan un resultado final. Parece que este resultado puede variar según estemos en una situación de conviviencia con una pareja estable o en situación de soltería.
Otra de las caracterísicas comunes entre las personas que viven su sexualidad siendo solteros es la posibilidad de variar a menudo de pareja. No quiere decir que se haga uso de ella con la frecuencia pretendida. Por supuesto. Pero la posibildiad está ahí en todo momento. Esta situación hace especial la forma de vivir de esta manera la propia sexualidad.