Wikipedia describe al cibersexo como «un encuentro sexual virtual en el que dos o más personas conectadas de forma remota a través de una red de ordenadores se envían mensajes sexualmente explícitos que describen una experiencia sexual.» Estamos bastante de acuerdo con esto. Pero, además, el ciberespacio te permite ser quien quieras y tan sexualmente libre como quieras.
Como con la mayoría de las cuestiones sexuales, la única regla inherente es el consentimiento de todos los involucrados. Los elementos de cualquier chat de cibersexo variarán de acuerdo con los deseos y la imaginación de las personas que participan. El ciberespacio, por supuesto, también ha de tener sus reglas. No cabe duda.
Hay algo acerca de poner tus deseos en palabras escritas. La conversación sucia y la fisicalidad del sexo son increíblemente eróticas. Por supuesto. Pero la combinación de limitaciones físicas forzadas y el alcance del chat imaginativo sin límites es únicamente seductora. Este es el caso si tu compañero está en el extranjero, en el trabajo o sentado en la misma habitación u oficina que tú. La distancia, en determinados casos, no es tan física como de imposibilidad de conexión de otra manera.
Existe un caso especialmente atrativo. Se trata de los padres que pueden tener dificultades para encontrar el tiempo y la energía para mantenerse conectados sexualmente. Tratar de tener una relación sexual ya que la apternidad ejerce una presión excesiva sobre las parejas. El ciberespacio es, sin ninguna duda, una solución excelente. Las aplicaciones a la realidad de cada cual son infinitas. Tantas como diferentes personas.