Los síntomas del trastorno de deseo sexual hipoactivo pueden variar de una mujer a otra. Los más generalizados son:
- No tener interés en ningún tipo de actividad sexual, incluida la masturbación.
- Nunca o rara vez se tienen fantasías o pensamientos sexuales
- Mostrar preocupación por la falta de actividad sexual o fantasías.
El deseo por el sexo se basa en muchas cosas que afectan la intimidad. POr supuesto, como no podría ser de otra manera, en esteo está incluido el bienestar físico y emocional. Además, por supuesto, de las experiencias, las creencias, el estilo de vida y la relación actual.
Por supuesto, cuando se muestran los primeros síntomas de poder haber desarrollado trastorno de deseo sexual hipoactivo, lo primero que se ha de hacer es consultar a un profesional de la salud. Nunca está de más discutir los problemas con nuestra pareja en cualquier caso, el objetivo es obtener su apoyo y no una solución. Esta, sin ningún género de dudas, ha de facilitarla el médico.
La solución podría ser tan simple como cambiar un medicamento que esté tomando y mejorar cualquier condición médica crónica, como presión arterial alta o diabetes. A veces, los grandes problemas tienen su origen en una pequeña circunstancia que hemos pasado por alto. No siempre los problemas sexuales como el trastorno de deseo sexual hipoactivo están originados por una patología a la que debamos temer. En ocasiones, simplemente se trata de alguna pequeña circunstancia que nos esstá condicionando de mamera negativa.