Las personas que tienen miedo al sexo puede manifestarlo en una relación sexual completa o, por el contrario, ante cualquier tipo de acercamiento a una sesión sexual. Los motivos que desencadenan este tipo de reacción puede ser muy variados. Incluso, a menudo, esta situación no se debe a una única causa si no te responde a una concatenación de circunstancias.
Es frecuente que algunos factores psicológicos pagan más grave el problema. Algunas circunstancias vividas pueden resultar traumáticas y desencadenar este tipo de reacción. No tiene porque tratar siempre una respuesta inmediata. Al contrario, resulta habitual que los síntomas aparezcan años después de haber sufrido el trauma.
En ocasiones, las personas que tienen miedo al sexo ni siquiera es consciente de la causa que lo originó. Al igual que sucede con otro tipo de fobia la acciones pueden incluir náuseas, pánico, desmayos o dificultades para respirar. Lógicamente, la persona que parece esta fobia trata de evitar en lo posible estas reacciones. Evitar cualquier tipo de encuentro sexual es la salida más fácil. Sin embargo, como es lógico, esta reacción no hace más que esconder el problema. Lo que debemos hacer cuando nos encontramos en esta situación es tratar de ponerle solución.
Como en cualquier otro tipo de salud relacionado con cuestiones sexuales, Acudir a un profesional capacitado es la mejor forma de solucionar el problema. Si bien no existen recetas milagrosas, un médico especializado que es capaz de realizar un diagnóstico acertado y que Terminar el tratamiento adecuado para solucionar el problema.