Los solossexuales, en los últimos tiempos, han alcanzado protagonismo al comenzar a reclamar los derechos que como colectivo creen que les asisten. Defiende su propio decálogo estatuario y han llegado a presenta un logotipo y una bandera que los identifica. Todo un arte.
Los solosexuales practicar la propia masturbación pero, sin embargo, eso no les impide participar en determinadas prácticas de sexo grupal. La más recurrente es aquella reunión en la que varias personas retroceder masturbarse a sí mismos mientras el resto del grupo hace lo mismo.
Decíamos en párrafos anteriores que los solos sexuales tienen presencia en nuestra sociedad desde hace mucho tiempo. Tanto es así que podemos recurrir a la Grecia clásica del siglo V a. C. para poner un célebre ejemplo. Cuentan los escritos que Diógenes de Sínope, el célebre pensador, en la vía pública para demostrar qué no necesitaba a nadie más que a sí mismo para satisfacer sus necesidades sexuales.
Es cierto que la reaparición de los solosexuales no es una noticia que cuente con demasiado recorrido. Todos sabemos que la masturbación es algo más que recomendable. Sin embargo, limitar todo nuestra interés sexual a ella supone la renuncia a un buen número de experiencias de convivencia sexual con otras personas que podrían consultarlos altamente enriquecedoras