La inteligencia sexual es aquella que nos permite explotar al máximo nuestras posibilidades y circunstancias para obtener la mayor cantidad de placer posible con el sexo. Suena bien, ¿no es así? Ya sabemos que existen muchos tipos de inteligencia. Todo el mundo ha oídio hablar de la inteligencia emocional. También resulta común oir hablar sobre la inteligencia social. Por supuesto, en la era de las nuevas tecnologías, es impensable que alguien no haya oído hablar sobre la inteligencia artificial. Sin embargo, resulta relativamente sencillo encontrar personas que no hayan oído hablar de la inteligencia sexual.
La inteligencia sexual, a nivel conceptual, aparece en el año 2002. Un grupo de expertos en psiclogía de la Universidad del Princenton, en Estados Unidos, publica un estudio en el que se afirma que con tiempo y práctica, es posible obtener las habilidades necesarias para que nuestra vida sexual alcanve el mayor nivel de satisfacción posible.
Por lo tanto, si la inteligencia sexual es algo que se puede entrenar, resulta recomendable tener a mano una buena colección de consejos que nos permitan hacerlo con diligencia y efectividad.
Lo primero, por supuesto, para entrenar la inteligencia sexual es alcanzar un buen nivel de información al respecto. Leer material que nos puede ayudar siempre resulta una buena idea. Podemos encontrar un gran volumen de información en libros, revistas y, por supuesto, en Internet.
Debemos tener muy presente que la inteligencia sexual está basada, principalmente, en las experiencias. Descubrir lo que realmente nos gusta del sexo siempre resulta recomendable. Es una buena idea liberar la mente para realizar tus fantasías sexuales más íntimas. En ningún caso se debe tener miedo de probar algo nuevo.
La inteligencia sexual no es una técnica para alcanzar el orgasmo. Ni miucho menos. Al contrario. Se trata de una herramienta que nos puede permitir alcanzar una conexión total con nuestra pareja sexual. Se trata de ir más allá de lo convencional para alcanzar un mayor nivel de placer sexual.
Como otros tipos de inteligencia, se ha de trabajar con la práctica. Otra buena forma de trabajar en ella es la innovación. Las posibilidades diferentes que nos ofrece el mundo del sexo son enormes. Investigar en ellas y profundizar en aquellas que más nos seduzcan es una excelente forma de trabajar este tipo de inteligencia.